 |
Primer lectura del año, lectura en Club de Literatura +1. Me apeteció debido a los comentarios respecto de la autora, en los que la describen como cruda, demasiado real, y a los que ella respondía que no ofrecería disculpas. Así comencé la historia de la hija del sepulturero, llena de intriga por el desarrollo del personaje que prometían algunas reseñas. La primer parte, está llena de la miseria humana, de los terrores que pueden destruir la vida de cualquiera. Eso sucedió con cada integrante de la familia, excepto por Rachel, quien se negó a aceptar esa realidad como la única posible. Gracias a afortunados encuentros con personas que le mostraban una forma de vida distinta, y por sus propios medios, ella se impulsó: hacia delante siempre, sin mirar atrás. La segunda parte nos encontramos la narración de su vida desde fuera: cómo su persona mutó hasta construirse de nuevo y no ser ella quien pudiera contarse. En la última parte, ya con poco por perder, se reencuentra con esa parte suya del inicio sin tapujos. Es un gran final, pues reconcilia sus dos mitades y reconoce las heridas en su vida. |
>
