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Es una narrativa fresca, ágil, con situaciones de lo más insólitas y divertidas acompañadas de unos personajes geniales. Addie y Dylan son los protagonistas pero también tenemos unos personajes secundarios muy bien desarrollados que no pasan desapercibidos y cuyas historias también nos mantendrán enganchados a la trama. El amor es el hilo conductor de toda la trama de este "road book" pero la amistad, las relaciones tóxicas o la familia también juegan un papel importante en la historia. En definitiva, que he pasado muy buenos ratos con este libro entre manos, me he reído y he disfrutado del viaje. |
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