Hamnet

Agnes va a formar parte de mi imaginario durante mucho tiempo. Y lo supe desde la primera página que leí sobre ella. Es ese imaginario, que seguro que tenéis también vosotras, dónde se encuentran los personajes que se te quedan un poco clavados.

Agnes, y casi todo el aura de este libro, me recuerdan a Clara de la casa de los Espíritus. Esta historia teñida de realismo mágico. Esa intuición y sensibilidad para vivos y muertos. Agnes y su conexión con la mismísima tierra por dónde anda descalza, esa sabiduría ancestral de hierbas y plantas como curandera, bruja.

Maggie ha dado la vuelta a la historia de Hamlet de Shakespeare. Ha ido a las entrañas de la historia que inspiro al autor para su obra y la ha reformulado. La ha agitado. le ha dado la vuelta. La ha bordado de nuevo cómo quién deshace lo cosido. Para que podamos leerla desde la perspectiva de una madre. Una madre en duelo, una ausencia para muchos, la pérdida y el amor más incondicional. Un destino que no supo ver, aún pinzando el músculo entre el índice y el pulgar de su hijo Hamnet. Un clásico reconstruido desde los personajes que se quedan a los márgenes de la historia (suelen ser mujeres... ¿casualidad?).

A mí Maggie ya me había conquistado pero es que con Hamnet yo ya no sé qué más puedo decir de ella... una escritora magnífica. Y el libro se cuela directamente en los que más me han gustado hasta la fecha...

Por favor, no os lo perdáis