El libro no es perfecto pero ayuda a acercar a la gente a la cruda realidad que están viviendo en la guerra civil de Siria, ya que los medios y las redes sociales hacen oídos sordos... Una lectura muy necesaria sobre todo para gente occidental que no sabe de la existencia de esta situación. La autora refleja también el trauma psicológico que causa la guerra, y el miedo al "mukhabarat", los espías camuflados que puede ser desde tu vecino al de la tienda de confianza o incluso tu tío, que aprovechan si haces "algo mal" o cualquier crítica que hagas al gobierno, te denuncian y te fusilan. Al principio pensé que el libro trataría más sobre los gatos (qué sí que son mencionados), luego entendí la METÁFORA, realmente Sami y miles de ciudadanos más son como gatos callejeros por así decirlo, sin casa (están destruidas), sin pertenecer a ningún lado, y dependes de alguien cruel para sobrevivir y alimentarte (las fuerzas militares y el dictador del país). |