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Bad Ash: Sin miedo nos vuelve a contar la historia de Ashley, Cam, Tyler y el resto de amigos, unas semanas después del final de Saltan chispas. Al comienzo de este libro tenemos a una Ashley totalmente cambiada. Ha decidido vivir la vida con filosofía, y más ahora que ha dejado de ser la chica invisible. Pero lo que ella no sabe es que la vida no es tan simple ni perfecta porque aquí descubrimos que los buenos no son tan buenos, ni los malos son tan malos. Lo que más me ha gustado ha sido conocer más a Ashley e irla acompañando en este proceso de maduración que está teniendo, aunque le cuesta a la chiquilla. Además, ver cómo Tyler decide luchar por él mismo, me ha parecido, además de realista, precioso. Los capítulos tienen la misma extensión que en la primera parte, unas treinta páginas. Pero son tan adictivos que no es de extrañar decir “Un capítulo más” y darte cuenta de que ha pasado una hora. El final me ha gustado porque me ha dejado con la boca abierta y me ha generado muchas ganas de leer el siguiente, Respira, el cual no tardaré en empezarlo. En resumen, Bad Ash: Sin miedo es la continuación idónea para seguir conociendo más a los personajes y para llevarnos sorpresas. Adictivo. Con un final que te deja que no te esperas. |
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