Se lee en un suspiro. Una novela juvenil de instituto con mucho drama y salseo que engancha mogollón. Se lee muy rápido y, cuando acabas, con ese final tan abierto, lo mejor es que tengas el segundo libro a mano para cogerlo a continuación. Miedo me da la segunda parte, porque estas historias en uno (o como mucho dos libros) te lo cuentan todo, así que a ver qué pasa con esta al ser trilogía... |