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Bueno pues he terminado esta saga y ahora puedo decir que es una de las mejores que he leído nunca.

Bien es verdad que este último libro es más lento, más tranquilo que los anteriores pero que también contiene buenos momentos llenos de repugnancia y muy visuales, que ya son el toque característico del autor.

Me he vuelto a encontrar con unas descripciones asombrosas, llenas de detalles y muy impactantes, que no interfieren para nada en la lectura, sino todo lo contrario, ya que la dotan de mayor fuerza y hacen que la ambientación sea simplemente espectacular.

Puede que sea más complicado de leer que la segunda parte, porque hay un montón de tejemanejes políticos de la época y del país que, al desconocerlos, me han resultado un poco liosos de seguir, pero nada que no se pueda resolver con una visita a Google.

Lo mejor han sido un par de momentos, hacia el final, que me han puesto los pelos de punta, me han conmovido, era justo el último sentimiento que le faltaba al autor por provocarme.

Y el final, aunque puede parecer un poco suave, creo que guarda algún tipo de simbología para el autor, y a pesar de esperar algo más escabroso, me ha gustado bastante