El libro de relatos de Guadalupe Nettel, una colección de ocho historias intrincadamente tejidas transporta a los lectores a un universo donde la delgada línea entre la realidad y la imaginación se desdibuja. Enfrentando a sus protagonistas con sus propios miedos y lo desconocido, Nettel captura la esencia de lo sobrenatural en lo cotidiano. "La impronta", "La puerta rosada”, “Un bosque bajo la tierra” y “Los divagantes" se destacan entre los relatos que más me han gustado, cada uno llevando al lector a un viaje inquietante y sorprendente, con giros inesperados que mantienen la tensión hasta la última página. La prosa de Nettel es una danza delicada entre lo surreal y lo realista, creando una experiencia literaria que se siente ligera y elegante, pero a la vez profunda y reflexiva. Su habilidad para retratar la niñez en "Los divagantes" es excepcional, capturando la esencia de la inocencia perdida y los caminos no tomados. Cada cuento, con su propio tono y época distintivos, presenta una gama de emociones que van desde lo hermoso hasta lo desolador, ofreciendo una perspectiva única sobre la vida y la naturaleza humana. A través de sus narrativas magistrales, Nettel desafía las convenciones sociales y nos invita a explorar la individualidad y la autenticidad. Sus historias sugieren la importancia de desviarse del camino trazado y de abrazar lo desconocido, fomentando un sentido de autonomía y autenticidad. En definitiva, este libro cautiva con su inquebrantable exploración de lo extraordinario en lo cotidiano, dejando una huella indeleble en el lector y generando un deseo irrefrenable de sumergirse más profundamente en el mundo literario de Guadalupe Nettel. |