La hija única

Nettel nos presenta la maternidad abordada desde tres personajes diferentes: Laura, Alina y Doris, a las que une la amistad y su relación con el deseo o el desinterés en maternar. En el octavo mes de embarazo a Alina le comunican que la hija que espera probablemente fallecerá al nacer, suceso que conmociona a Laura que ha renunciado a tener hijos. Mientras tanto Doris vive una relación tortuosa con su hijo, a quién educa sola tras el fallecimiento de su marido.

Un título ágil, sencillo y de corta extensión que envuelve al/a lector/a desde el primer capítulo desarrollando la complejidad del triángulo de la maternidad desde tres imponentes vértices: la deseada, la compleja y la no deseada. Destaca la capacidad de Nettel para abordar experiencias paralelas tan sumamente complicadas y convertirlas en tres personajes dibujados a la perfección con el fin de crear un texto convincente en el que ningún detalle desentona. Con una lectura clara, nos lanza directamente en la red del feminismo y la sororidad, poniendo en el centro de la novela la figura de la mujer como sujeto y no como mero objeto. Con personajes femeninos excepcionalmente trabajados, nos deja una obra ideal para aquellos/as que disfrutan las novelas cortas y los textos ligados a la figura y el papel de la madre.

Es la primera vez que la leo, pero estoy deseando volver a leerla. Como dato personal, creo que por su temática y las posibilidades de debate que ofrece es un título ideal para tratarlo en clubes de lectura o lecturas conjuntas.
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