El heredero

Nadie pone en duda, hoy en día, que Jo Nesbo es un icono de la novela negra noruega. Por eso, cuando vi en la página de la editorial que publicaba "El heredero", no dudé en hacerme con un ejemplar de este libro que nada tiene que ver con la serie protagonizada por Harry Hole y que lo encumbró como uno de los mejores autores del thriller nórdico. Hoy os traigo mis impresiones sobre una novela autoconclusiva que hurga en los misterios insondables de la condición humana, siendo la venganza, la redención y la justicia los temas principales sobre los que pivota todo su argumento. Una clase de justicia que está por encima de la ley.



Sonny Lofthus tenía solo 15 años cuando su vida quedó destrozada al aparecer su padre muerto junto a una nota de suicidio en la cual admitía haber estado involucrado en varios casos de corrupción. Era oficial de policía y se quitó la vida justo antes de que se hiciera público que era un corrupto y filtraba información a la persona que controlaba el narcotráfico y la trata de blancas en la ciudad de Oslo. Tras el suceso Sonny no volvió al colegio, dejó un futuro prometedor en la lucha libre y se hizo adicto a la heroína. Ingresó en la prisión de alta seguridad de Staten tres años después para cumplir condena por unos asesinatos atroces, delitos que no cometió y por cuyo silencio tiene ilimitado acceso a toda la droga que necesita. de esto hace ya doce años y desde entonces ha sido un preso que ha pasado desapercibido, siempre se ha mantenido aislado del resto de reclusos. Era neutral, no pertenecía a ninguna de las facciones que suelen haber en las prisiones. Carecía de enemigos y los presos lo trataban como si fuera una vaca sagrada que podía incluso sanar con la sola imposición de sus manos. Se convirtió en una especie de confesor, alguien a quien poder confiarle todo abiertamente, porque iba a permanecer encarcelado mucho tiempo. Pero cierto día, un soplón que trabajó para su padre le revela algo de vital importancia relacionado con su muerte. Sonny necesitará salir de prisión para llevar a cabo su plan de venganza, declarándole la guerra a la élite del crimen organizado y a la policía de Oslo, que está sumida en la podredumbre.



Por otro lado conoceremos a Simon Kefas, un inspector jefe de la policía a punto de jubilarse que se hace cargo de la investigación de una extraña muerte. El cadáver de un individuo aparece colgado de un puente del río que divide la ciudad de Oslo de este a oeste. Podría tratarse de un ajuste de cuentas, pero es poco probable porque la víctima es un capellán de la prisión de Staten.



"El heredero" ha resultado ser una novela de fácil lectura y muy bien escrita, de marcado ritmo que enganchará al lector una vez que se establece el punto de partida y la historia se ha desarrollado. Supone una grata lectura si dejamos a un lado algunos detalles inverosímiles relacionados con su protagonista principal. Un ejemplo de ello es el hecho de que después de haber estado consumiendo droga de manera regular durante más de una década, de un día para otro abandone repentinamente su adicción y se recupere física y psicológicamente para llevar a cabo su fría y calculada venganza. Puede abandonar el consumo de heroína sin sustituirla por algo igual de fuerte, algo que lo estimule del mismo modo que lo haría un chute.



Con una prosa sencilla y contundente, una narrativa descriptiva y muy visual, un estilo directo, de ritmo constante y bajo la batuta de un narrador omnisciente que nos va a mostrar el lado más sombrío del ser humano, Jo Nesbo ha logrado pergeñar una trama bien imbricada, en la que hay espacio para la manipulación, la venganza, la absolución y la esperanza. El autor crea una atmósfera oscura y visceral que se mantiene a lo largo de todo el relato, consiguiendo mantener al lector en vilo hasta su desenlace, cuando las piezas de un complejo rompecabezas encajen en su lugar, de manera coherente, para revelar una historia que no dejará ningún cabo suelto. Aunque es cierto que he echado en falta una mayor dosis de tensión y dramatismo.



"El heredero" cuenta con un complejo friso de personajes, lo que imposibilita que todos ellos estén bien definidos, siendo los típicos clichés de la novela de este género, pero Jo Nesbo ha conseguido sintetizar lo más destacable de cada uno de ellos para que el lector pueda identificarlos sin problema. Destacan por encima de todos los de Sonny y Simon. Este último es un policía íntegro que cree firmemente en la ley y en que la justicia debe ser ciega. Me ha recordado un poco a Harry Hole, comparten ciertas connotaciones, aunque la adicción por la que perdió todo lo que una vez le importó es totalmente diferente. Sonny es un hombre afable, educado y carismático, un ser errático, roto, marcado por el dolor y sumido en un vasto proceso autodestructivo, que intentará redimirse para poder afrontar su venganza. Su vida adquirirá un nuevo sentido desde el momento en que descubre la verdad sobre la muerte de su progenitor, aunque quizás se trate de la última salida a la superficie del que se ahoga, antes de hundirse definitivamente en el fondo.



Sintetizando: "El heredero" es un oscuro thriller nórdico de fácil lectura donde la brutalidad supura en momentos puntuales, que he encontrado algo extenso. Una tragedia de personajes de velada moralidad, que tiene a la venganza y la expiación de la culpa como ejes pivotantes de su argumento, conteniendo multitud de alegorías de ciertos pasajes bíblicos. Una historia que pone de relieve la corrupción en el cuerpo policial y de los funcionarios de prisiones, revelando las facetas más sombrías de la naturaleza humana y que recomiendo a los lectores de novela negra.
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