“Los fuegos de otoño” es una de las múltiples novelas póstumas de la escritora Irène Némerovsky. Esta novela se publicó por primera vez en 1957 y que fue recuperada por la editorial Salamandra en 2020. Esta novela está ambienta en Paris entre los años 1912 a 1941. Tenemos como protagonistas principales a Thérèse Brun, una joven parisina que a pesar de los años vividos siempre fiel a los principios en los que ha sido educada y sin sucumbir a los ambientes más libertinos que reinaron tras la primera guerra mundial. Y a Bernard, un joven que tendrá al principio unas ideas muy patrióticas que le harán alistarse a filas con tan solo 17 años pero que tras las experiencias vividas volverá siendo un hombre completamente cambiado y con una filosofía de vida mucho más individualizada en su propia persona. A través de estas dos personalidades tan diferentes, conoceremos de primera mano y de una forma muy bien lograda y con una prosa sencilla y muy entretenida, la sociedad y los acontecimientos vividos en París durante la primera guerra mundial, la postguerra y la segunda guerra mundial. Los personajes están muy bien recreados y cada uno de ellos muy fiel a su personalidad. Debo admitir que quizás durante las primera páginas me costó un poco pillarle el punto a la novela, pero tras los primero capítulos conseguí sumergirme en lo más profundo y disfrutar completamente de cada una de las palabras de la escritora. Es la primera novela que leo de Irène pero no será la última. |