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Jean-Luc es un joven criado en una familia venida a menos económicamente al enfermar su padre. Sueña, ya no con ser rico, sino con tener poder y contactos. En definitiva, con llegar a ser una persona importante e influyente. Para conseguir su objetivo, Jean-Luc hará todo lo que esté a su alcance, sin tener ningún escrúpulo al manejar o aprovecharse de la gente de su entorno. He leído ya varias de las novelas de Irène Némirovsky y siempre las he disfrutado en mayor o menor medida, por lo que iba sobre seguro con esta historia. En ella, narra el ascenso y la posterior caída en desgracia de Jean-Luc. Un personaje que me ha parecido odioso y repulsivo desde el principio, algo que me imagino, era el objetivo de la autora. Es una lectura sencilla, entretenida y muy corta. Me ha gustado y me ha servido para desconectar, pero “La presa” no es ni de lejos, una de mis mejores lecturas de la autora. ¿Por qué? No sabría decirlo con seguridad, pero su protagonista tiene gran parte de culpa. No he conectado con él en ningún momento y no me llegaba la hora de verle pasarlo mal. |
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