El gato que amaba los libros

«Pero un libro no termina una vez leído»
 
Va a resultar raro lo que diga, es una lectura que no esta narrada para mí, pero con reflexiones muy interesantes, ideas sobre los libros, los lectores y las editoriales..., a tener en cuenta y valorar.
                Nuestro protagonista es un adolescente cuyo abuelo acaba de fallecer, yo hubiera empezado así, el abuelo era un hombre parco en palabras y hermético, libre de prejuicios, sabio y tranquilo, dueño de una librería, que pasaba el día sumergido entre libros con la compañía de su nieto. El problema es que Rintaro es un personaje muy insulso con diálogos muy interesantes.
                La primera reflexión que tengo y me quedo es ¿releer?, pagina 48. ¿Lo importante es leer lo último, estar al día en todas las publicaciones, o leer disfrutando de lo que se lee sin competición? ¿Se pueden hacer las dos cosas? Está claro que aquí el escritor manda un mensaje muy directo a algunos.
                Pero hay mucho más, no quiero extenderme, tampoco dejar pasar esta otra, «Parece que se estén lanzando fajos y fajos de papeles sin motivo alguno, solo por aumentar el volumen de basura. ¡Bienvenidos a la realidad! Esta es una editorial muy famosa…». Y una más, «los libros se adaptarán a las exigencias de los compradores», esta idea es un poco aterradora, será como los odiosos algoritmos que nos ofrecen solo lo que supuestamente queremos ver, limitando el abanico, poniéndonos orejeras, ¿quién determinará que es lo que los lectores queremos leer? Mi gusto es amplio y variado, incluso muchas veces leo de temas que jamás hubiese imaginado.
 
Este escritor tiene un hilo de pensamiento y reflexión que me gusta, sus diálogos son potentes armas para hacernos pensar, pero le falta algo que no sé decir qué es…