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No sabía muy bien qué esperar de este libro tras leer la sinopsis y la verdad es que me ha sorprendido gratamente. Comienza narrando los problemas de ansiedad del protagonista, los síntomas físicos que lo llevan a necesitar atención médica y que coinciden en el tiempo con un casual hallazgo en su trabajo de archivero que lo lleva a cuestionarse su situación familiar y sus orígenes. A pesar de no coincidir en casi nada con Matías ni haber padecido ansiedad, la autora consigue que sea fácil ponerse en la piel del personaje. He sentido que podría ser yo, lo cual me ha hecho reflexionar sobre su situación. La búsqueda de sus orígenes le sacará de su zona de confort, le llevará a ver a la familia que ya conocía de una forma diferente y a descubrir otra familia con la que aparentemente no tiene nada en común, pero se empeña en buscar alguna señal de que su sangre es la misma. Así conoce a Ana, que también se encuentra perdida de otra manera y se influirán mutuamente. Es un libro que invita profundamente a la reflexión, y no solo sobre los principales temas que trata que son el nacionalismo y la importancia de los lazos sanguíneos y familiares, sino también sobre la vida que llevamos a diario, las cosas que damos por hecho y las consecuencias de nuestras acciones. He disfrutado mucho de la lectura y me gustaría leer más de Pilar Nasarre. |
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