Los enclaves dorados

Pues ya hemos llegado al final de esta increíble historia. Naomi Novik nunca defrauda, al menos, conmigo no lo hace.

Si que es cierto que esta última parte no me ha enganchado tanto como lo hizo la primera, esto ya me había ocurrido con el segundo tomo también. Pero, a pesar de ello, he disfrutado una barbaridad de esta lectura de una manera más reposada y tranquila.

Cada día tengo más claro que esta autora es 100% para mí, entiendo a la gente que no le termina de convencer ya que, a veces, tiene una forma algo más pausada o no tan frenética de narrar pero, en mi caso, eso es lo que la termina de hacer tan especial.

Sus personajes protagonistas siempre me encantan, incluso en este caso, con El, siendo ella tan huraña y arisca, la he terminando queriendo mucho, porqué ahí radica la diferencia entre un buen o mal escritor, Novik consigue que una chica así caiga bien, que la entiendas y la quieras, otro autor solo habría conseguido crear una protagonista insoportable.

Otro punto muy a favor de esta última parte es la gran amplitud de escenarios y ambientaciones, en el primer y segundo tomo no nos movemos de la Escolomancia (cosa que me gustó mucho) pero en esta tercera entrega, estamos yendo, en cada capítulo, de un lugar del mundo a otro, y eso me ha parecido un gran contraste con los anteriores.

Sin duda, esta ha sido una trilogía que me ha encantado, que he disfrutado muchísimo, que tiene un final genial y con la que sus personajes han conseguido hacerse un huequito en mi corazón. Estoy deseando ya leer más cosas de la autora, Temerario no tardará demasiado en caer.