Lo que sabe la señorita Kim

Cho Nam-joo lo ha vuelto a hacer. le tenía respeto a 'Lo que sabe la señorita Kim', una antología de ocho relatos sobre mujeres que desafían las dificultades que se encuentran, principalmente, por ser mujeres. Me gustó tanto 'Kim Ji-young, nacida en 1982', y este tiene una temática similar, que temía que las expectativas y similitudes me hiciesen disfrutar menos la lectura o me resultase repetitiva.

Kim es el apellido más común de Corea del Sur (os dejo el significado del nombre Malnyeo para cuando leáis el libro), y tras esa elección está la idea de que las historias podrían estar protagonizadas por cualquier mujer porque son intercambiables. Yo no he tenido esa sensación. Es verdad que las vicisitudes por ser mujeres son comunes, que todas (en general, no solo las protagonistas) se enfrentan a situaciones estructurales de desigualdad y violencia. Pero la autora ha construido mujeres con personalidades fuertes y singulares, incluso para aquellas cuyo rasgo definitorio es precisamente pasar desapercibidas y ser fácilmente sustituibles (lo entenderéis mejor en el relato que da nombre al título).

Aunque haya puntos comunes con su antecesor, este título será la reconciliación para quienes no lo disfrutaron por su alta aportación de datos y sus tintes de ensayo. Aquí nos encontramos ficción pura y dura, aunque lo que recoja sea extremadamente realista.

Porque Cho habla de mujeres que de pronto se quedan solas y tienen que aprender todo lo que las figuras masculinas de su vida les impidieron, de profesionales que constituyen el pegamento de una oficina pese a que su trabajo no sea valorado, de luz de gas, de acoso a edades tempranas, o de forjar alianzas con otras mujeres desafiando los estereotipos entre parentescos.

A veces no le damos a los libros de relatos todo el valor que merecen, como si fuesen un género menor frente a la novela, cuando no todas las ideas piden el mismo desarrollo o incluso ganan con la capacidad de síntesis. Leyendo este libro he tenido la sensación de que algunas, sin necesidad de abrir tramas secundarias, se han quedado en su extensión justa, pero otras creo que incluso hubiesen tenido un gran potencial como novela corta.

En definitiva, ha sido una lectura más que positiva, y aunque al igual que 'Kim...' hará que despierte en ti la rabia de la injusticia, este título tiene un carácter mucho más humano, que también da pie a la ternura al ir conociendo y encariñándose de estas mujeres. Y eso se agradece, porque en un mundo crispado y lleno de motivos por los que gritar, es un alivio que incluso en un libro tan reivindicativo e indignante como este también haya momentos en los que poder relajarse y disfrutar del acto de la lectura.
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