La chica que amaba a Tom Gordon

Hace mucho que no leía algo de Stephen King y siento que ya debía ser momento para volver a sus relatos.

Es el primer libro que leo con la temática de una persona perdida en el bosque. Usualmente, las historias así no llaman mi atención por miedo a que todo se convirtiera en algo repetitivo y monótono, al punto de terminar aburriéndome y, en consecuencia, abandonar el libro. Me alegra decir que, como primera experiencia, eso no ocurrió y me mantuvo intrigada la mayor parte del tiempo.

Personalmente, me gustó mucho el personaje de Trisha, en cuanto a actitud y personalidad, adquiriendo un desarrollo clave de su ingenio y de sus instintos ante los duros contratiempos que tuvo que afrontar.

El autor, además de plantear una buena trama, nos trae una vivencia perturbadora como solo él puede hacer. A lo largo del libro, nos cuenta de todos los riesgos, peligros y amenazas por las que pasa la protagonista, pero también su valentía frente a la situación, su pequeño rayo de esperanza al encontrar una salida y como la mente te puede jugar en contra o estar a tu favor.

Creo que, de todo esto, tengo que destacar, principalmente, el buen trabajo que logró el autor de no convertir esta historial en algo lineal y tener siempre algún as bajo la manga para poder seguir manteniendo al lector atrapado. Si bien, no cambian mucho los hechos predecibles que pueden esperarse de una temática así, King consiguió darle su toque característico y hacer que me entretuviera hasta el final del libro.