A simple vista es un relato puramente surrealista, onírico. En la profundidad la soledad, la tristeza, por la pérdida asaltan cada línea de la historia. El protagonista va de pérdida en pérdida, en un viaje que lo confronta con diferentes maneras de aquilatar las mismas, y con, como siempre sucede, con pocos recursos para superarlas. Su aceptación se convierte en la mejor arma para lidiar con ellas. Desde su llegada a la biblioteca, el ambiente crepuscular y a partir de ahí, la perdida de la cena por el retraso que le genera la necesidad de cubrir esa especie de añoranza en las pocas horas con una lectura que no parece resultar correspondiente ( los impuestos en el imperio Otomano) de esa decisión resultan las pérdidas, de la libertad, del rumbo, pérdidas físicas, emocionales.. desde sus zapatos, su libertad. A las más importantes. Sin tiempo para una consideración, contrareloj recorre el camino hacia la aceptación, con los exiguos puntales de un hombre oveja, y una chica muda. .. Novela que invita a pensar, ilustraciones que convierten en tétrico y umbrío el trasfondo de la misma |