La biblioteca secreta

• Relato oscuro y algo perturbador. Cómo bien nos tiene acostumbrados en algunas ocasiones, este señor.

Este es ese tipo de relato que no puedo perder la ocasión de leer, pues la atracción por este tipo de historias surreales, me pueden.
Me encantan, y llaman muchísimo la atención.

Murakami nunca deja de sorprender con este tipo de historias. Siniestras, extrañas, y en ocasiones, algo confusas.
Cómo buena amante de las historias raras y de todo lo peculiar, esas historias con un halo de terror, en muchas ocasiones, me parecen tremendamente atrayentes, cómo bien dije anteriormente.

Con este autor siempre recomiendo ir a ciegas y sorprenderte a medida que se profundiza en su lectura.

A simple vista es un relato puramente surrealista, onírico.

En la profundidad la soledad, la tristeza, por la pérdida asaltan cada línea de la historia.

El protagonista va de pérdida en pérdida, en un viaje que lo confronta con diferentes maneras de aquilatar las mismas, y con, como siempre sucede, con pocos recursos para superarlas. Su aceptación se convierte en la mejor arma para lidiar con ellas.

Desde su llegada a la biblioteca, el ambiente crepuscular y a partir de ahí, la perdida de la cena por el retraso que le genera la necesidad de cubrir esa especie de añoranza en las pocas horas con una lectura que no parece resultar correspondiente ( los impuestos en el imperio Otomano) de esa decisión resultan las pérdidas, de la libertad, del rumbo, pérdidas físicas, emocionales.. desde sus zapatos, su libertad. A las más importantes.

Sin tiempo para una consideración, contrareloj recorre el camino hacia la aceptación, con los exiguos puntales de un hombre oveja, y una chica muda. ..

Novela que invita a pensar, ilustraciones que convierten en tétrico y umbrío el trasfondo de la misma

Y vamos con el tercero y último de los libros ilustrados por Kat Menschik para Haruki Murakami, La biblioteca secreta, que junto con Asalto a las panaderías y Sueño formar un conjunto de tres relatos largos ilustrados, se podría decir que una de esas rarezas que todo seguidor del japonés quiere tener y leer.

Creo que es el más próximo de los tres a esos momentos creativos pasados de vueltas a los que nos tiene acostumbrados Murakami. Esos momentos en los que hace falta tomarse un respiro por lo irreal de lo leído e intentando buscar la metáfora que nos quiere hacer ver.

Con todo, es un relato genial de esos que si lo lees con once, doce años pueden provocar que no vuelvas a pisar una biblioteca en la vida. A mí me ha hecho pensar, muy de lejos, en la bibliotecaria de mi pueblo cuando me pasaba del plazo a la hora de devolver un libro, apunto que eso sucedía muy pocas veces, y a parte de hacerte pagar una peseta por cada día que te pasabas te metía un sermón de esos que te levantaban un tupé aunque no lo tuvieras. Y con ello no quiero decir que fuera mala persona, si no que se tomaba su trabajo muy en serio.

¿Os imagináis que un día vais a buscar un libro a la biblioteca y el bibliotecario os rapta? Pues no hace falta imaginar, lo podéis leer y vivir en La biblioteca secreta.

Las ilustraciones de nuevo están muy logradas y completan a la perfección la lectura haciendo que nos introduzcamos mejor en la historia, en lo fantástico, en lo onírico, en lo increíble.

Con los otros tres, un libro especial, una lectura especial. Y una gran regalo.
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Volvemos con Murakami. Y en esta ocasión si que nos encontramos con un relato de lo más surrealista. Y si leísteis la anterior reseña, en está también encontramos un personaje que está entrelazado con otra de sus obras (La caza del carnero salvaje). Pero el niño protagonista lo ve tan normal como el aire que respira.



Pero os cuento que es lo que cuenta esta historia sin revelar nada importante. Que lo bueno con el autor nipón es ir a ciegas.

En esta historia corta se nos cuenta como un niño se acerca a la biblioteca de su barrio para poder leer unos libros sobre datos en un lugar apartado. En solitario. Sin que nadie le moleste. Allí se encuentra con un bibliotecario un tanto peculiar que le hace un trato que acaba mal. Y no os cuento más.

Una historia con surrealismo y toques góticos. Me ha encantado por todo ese ambiente que crea el autor y que te hace sentirte uno más en la historia. Además de que cuando empiezas a leer el relato no puedes dejar de leerlo porque quieres saber como termina.

No es una simple historia lo que nos muestra en esta ocasión. El autor nos habla de muchaas cosas a través del personaje y de este escenario que cada lector puede interpretar o leer dependiendo de sus interpretaciones. Por mi parte he visto la soledad, el miedo al abandono, la dependencia de las personas a otras, el miedo a la perdida de seres queridos. Y como no la superación de todos estos miedos.

Seguro que si alguno lo leéis o lo habéis leído ya me podéis decir que habéis visto muchas otras cosas con la lectura de esta obra. O que os ha hecho sentir otras.

Como siempre el autor nipón consigue mucho con pocas palabras. Y con este relato lo ha demostrado.

Como en la obra anterior de la que os hablé, este también viene acompañado de unas ilustraciones impresionantes que te hacen sentir la historia mucho más. Así que es un libro que se disfruta por partida doble



En conclusión, un relato corto que esconde dentro mucho. Una obra que se puede disfrutar doblemente por el relato y sus ilustraciones. Y que el autor lo hace mucho más grande por todas las lecturas que pueden encontrar los lectores con los mensajes que quiere dar el autor con esta historia corta. Además que te hace sentir todo lo que siente el personaje de una forma muy real con unas simples palabras. Muy recomendable.
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Este relato es lo primero que leo de Muramaki. Hacía tiempo que tenía ganas de leer algo de este autor japonés, pero tenía miedo de que mis expectativas fueran demasiado altas o que no lograra entenderlo. Sin embargo me he llevado una gran sorpresa. No sólo ha estado a la altura de lo que me esperaba, sino que, en el caso de este relato, me ha resultado muy, muy ligero y fácil de leer, y las ilustraciones que le acompañan dando imagen a lo que vamos leyendo ayuda más aún.

Esta pequeña historia cuenta cómo un chico japonés, muy educado, va a la biblioteca a devolver dos libros y ya de paso sacar alguno más para satisfacer su curiosidad. Lo que le lleva a bajar al sótano, el cual hasta ese momento no sabía que existía, y allí se encuentra con un extraño anciano que le conduce por varios pasillos laberínticos hasta llegar a la “sala de lectura”. Allí se encuentra a otros personajes igual o más extraños. Pero todo tiene una explicación.

Creo que además de realismo mágico, también se puede decir que se trata de un drama. Si os decidís a leerlo sabréis porqué.
Una cosa sí me ha quedado clara tras leer este relato: si no eres muy lector o estás empezando, quizá no sea adecuado que lo leas, ya que quizá no quieras volver a una biblioteca jejejeje
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