La otra orilla

Hay portadas que entran por los ojos y esta nueva publicación de Elena Moya es un claro ejemplo de ello. Hoy os traigo mis impresiones sobre "La otra orilla", una novela ambientada en los parajes del Delta del Ebro, en la que se ponen de relieve las consecuencias del pasado de España, de una dictadura, en la vida de una mujer fuerte y valiente de origen humilde que, a base de mucho esfuerzo y determinación, logró cambiar un futuro que le estaba predestinado.
Delta del Ebro, 1961. Los Nomen son una familia de colonos que trabajan cultivando las tierras de los Pons, los terratenientes propietarios de la isla de Buda. Una tierra demasiado salina para sembrar otra cosa que no sea arroz. Con apenas once años y tras la inesperada muerte de su madre, la pequeña Asun se verá obligada a dejar la escuela y adaptarse poco a poco a su nueva realidad, reemplazándola en los trabajos de la casa que comparten con otra familia y en los de la masía. Pero nuestra protagonista tiene muy claro que ese no es su lugar y se revelará para vencer al mísero destino que la espera en aquella isla, una tierra que atrapó y sumió en la pobreza a su familia durante tres generaciones…
Esta es, grosso modo, la interesante premisa de una novela trazada con una prosa sencilla y amena que articula su argumento en un total de cuarenta y tres capítulos focalizados en el recorrido vital de Asun Nomen, desde su niñez hasta bien pasados los cincuenta. Una historia llena de secretos familiares, de amores silenciados y no correspondidos, de sufrimiento, que está ambientada en una época en la que el país parece despertar de un mal sueño y el clima político es más estable.
Abordado desde la perspectiva de un narrador omnisciente que va a ser el encargado de asumir la voz del relato e impulsarlo a un ritmo pausado pero lineal, sin altibajos, lo suficientemente fluido para mantener al lector enganchado a la vida de Asun, la autora ha elaborado una historia en la que consigue cartografiar con tanta precisión y tan vívidamente los paisajes del delta que al final quedan grabados en la mente del lector, así como los problemas y las tensiones que siempre abundaron por aquella zona: el río frente al mar, el agua dulce contra la salada, los Pons y los Nomen, los dos bandos de una guerra que acabó décadas atrás. Y siempre con el rio Ebro de por medio.
Elena Moya ha creado un personaje principal sin fisuras, rico en matices. Una mujer de orígenes humildes, acuciada por la necesidad de libertad, de independencia. Una visionaria con aspiraciones, nadando siempre a contracorriente. Una Asun niña que me encandiló por su espíritu rebelde e inconformista, luchador y vanguardista, que supo mantener a lo largo de toda su vida, a la que veremos madurar y evolucionar, darlo todo para hacer realidad sus sueños pero a la que le ha faltado una pizca de alma. En cuanto al resto de personajes secundarios, están perfilados en su justa medida y con alguno que otro no he podido establecer ningún tipo de vínculo emocional.
Sintetizando: "La otra orilla" es una novela que recomiendo porque se lee con amenidad y está centrada en el viaje vital, a lo largo de cuatro décadas, de una mujer valiente y emprendedora que desde muy pequeña tuvo realmente claro lo que no quería ser en su vida. Un título con una buena contextualización que te lleva hasta el Delta del Ebro en los años sesenta, una comarca dedicada al cultivo arrocero y lo que supuso la llegada del turismo a la zona.

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