Hierba mora

Hierba Mora ha llegado para quedarse en mi memoria durante mucho tiempo. Sobre todo Hélène, así con esas dos tildes como el tejado de un hogar, cómo ella dice (nuestro derecho de ser nombradas); ella me ha cautivado... Me recordaba tanto a Agnes de Hamnet, además, casualmente Hélène también tendrá una Agnes en su vida… ha sido una maravillosa casualidad. Y es que en algunos momentos las dos historias se cruzaban en mi memoria. Otra vez otro libro mágico, con atmósfera que nace de la tierra, de lo que brota de ella, narrado por mujeres, mujeres que se hubiesen quedado al margen de figuras masculinas sino fuese por escritoras contemporáneas que les dan el altavoz que su voz no ha tenido (aunque en este caso sea ficción). Hierba Mora huele a frambuesa, a tierra mojada, plantas silvestres, los olores se mezclan con tintes de cuidados, sororidad y feminismo.

Me ha parecido un libro original, narrado con un gusto exquisito… hay párrafos que son pura poesía. Libro a tres voces, cada cuál más poderosa: Christina, Hélène e Inés. El prólogo de María Sánchez es el comienzo perfecto para saber que sin duda este libro te va a gustar. Es un libro para disfrutar con varios sentidos, el olfato en algunas descripciones se agudiza y parece que el aroma te rodea. Te teletransportas. Viajar a través de un libro es un placer.

Tenéis que disfrutar de esta historia. Y a la librera que me lo vendió junto con una flor el día del libro, le digo que sí, que tenía razón, qué me ha encantado y que necesito más historias así