Es curioso como, a veces, una se ve reflejada en los lugares más inesperados. Es curioso que, además, esto sea completamente diferente dependiendo del punto de la vida en el que estés. Probablemente hace unos años, al leer estos relatos, no habría entendido nada, y ahora han sido como una revelación. Y es que los relatos que contiene este librito son una mezcla entre surrealismo y realismo mágico, de esos que hay que leer con la mente abierta, sin esperar nada. Te dan para imaginar, para conjeturar, para atar cabos. Son puras metáforas de las relaciones interpersonales, el abandono, las uniones que se alargan pero no aportan, de esas que todos hemos tenido y de las que hay que huir, o te conviertes en lo que no deseas ser. Y todo bajo ese halo fantástico, inquietante y a ratos absurdo que no es más que, como digo, una gran metáfora. Es curioso que, a veces, algunos autores sepan conectar de esta forma, y desconectar completamente con otros lectores. La mayor parte de las reseñas que había leído sobre este libro decían que era raro. ¿Será que soy yo un poco así, también? |