Días de invierno

A veces uno se enfrenta, por ejemplo, al desagrado que le produce la visión de un jarrón cuyas flores se han secado, pero es incapaz de arreglarlo y, por mucho que le incomode, el sentimiento no llega a traducirse en el acto de deshacerse de ellas.

A veces lograba deshacerse de la enfermedad, sacarla de su interior, la analizaba y esa "cosa" le devolvía la mirada, como si le implorase con sus ojillos tristes, como un animalito.

En el suelo, en un lugar difícil de alcanzar con la vista, las hojas secas ejecutaban un baile como de esqueletos