Cometas y deseos

Ele comienza en un colegio nuevo, una academia privada de arte, hay muchas cosas que pueden salir mal, pero Ele cree que las tiene todas controladas. Sin embargo, cuando su padre viene a buscarla al colegio, sabe que algo va mal. Por mucho que trata de imaginarse diferentes escenarios no está preparada para lo que su padre tiene que decirle. Su hermana Eco está enferma.
A partir de ese momento, su vida da un giro de 180 grados. Las tardes en familia haciendo deberes, quedando con amigos o jugando al tenis se sustituyen por visitas al hospital. Las preocupaciones por las notas, los amigos, o el chico que le gusta ya no son relevantes, ¿qué importa todo eso cuando Eco puede desaparecer para siempre de su vida?, y además ahora tienen que vigilar cada dolar que se gasta, el tratamiento de Eco es costoso...

Aunque tenía muchísimas ganas de adentrarme en esta historia, cuando la empecé a leer me lleve una pequeña decepción. Ele, la protagonista, que tiene apenas doce años, me pareció un poquito repelente. Pero esta sensación solo me duro 10 páginas como mucho, porque ese mismo día, el primero de clase, cuando su padre va al colegio, le da la mala noticia, Eco está enferma. En ese momento los acontecimientos se precipitan...
Es aquí cuando conocemos a nuestra protagonista, y cuando la novela empezó a engancharme y gustarme.
Todo lo que a Ele le preocupaba pasa a un segundo plano. Y ahí empieza a sentir un montón de cosas, con las que no sabe como lidiar y que creo que ni ella misma sabe identificar (eso hará que le cueste más relacionarse con sus compañeros, por suerte Octavius sabe mejor que ella lo que siente, y estará ahí para ayudarla).
En Ele podemos encontrar sentimientos de negación; culpabilidad, ¿por qué tiene que pasar Eco por todo eso y ella está tan bien?; de terror por lo que puede pasar; y de invisibilidad, Ele ha pasado a un segundo plano, solo se habla de Eco, y casi no puede estar con su madre.
Es un personaje que aunque al principio no me convencía, me ha terminado gustando mucho. He sentido mucha empatía por ella, y he de confesar que he derramado alguna que otra lagrimita.

Eco, la chiquitita de la casa, que tiene 6 añitos, también me ha gustado mucho. Con su inocencia infantil parece que no sabe muy bien lo que le está pasando, pero sí que lo sabe (mucho más de lo que los adultos creen), lo que pasa es que a pesar de ser una niña con cancer, sigue siendo eso: una niña y se comportara como tal.

A pesar de hablar de una enfermendad el libro no te deja con melancolía o tristeza, pues uno de los puntos fuertes es que siempre hay un transfondo de esperanza, el libro se centra siempre más en lo bueno que en lo malo. Destaca mucho la bondad de los vecinos del barrio que siempre están ahí para ayudar. Es un libro que muestra lo generosas y amables que pueden ser las personas.

Otro punto que también me ha gustado es el papel que el arte tiene en la historia. Ele va a una academia de arte y aunque ella no se de mucha cuenta, el arte le ayudará a poner orden y expresar todo lo que lleva por dentro.

El final también me ha gustado mucho, creo que le viene perfecto a la historia.
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Este libro es maravilloso, en él veremos como Ele de 12 años madura de una forma preciosa y muy sana. Habla no solo de la enfermedad del cáncer y como alguien se enfrenta a ella sino como esta enfermedad afecta y cambia a los que están a su alrededor, es un libro fácil de leer y con un gran mensaje.kisses