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Cuando empecé este libro lo hice sin muchas expectativas, ya que nunca había leído un libro de este estilo, por lo que pensé que lo abandonaría antes de llegar a la mitad, pero, ¿cuál fue mi sorpresa? Que me atrapó entre sus páginas nada más empezar. Para quien no sepa de qué trata, principalmente, narra la historia de Lale, un joven, que, por el simple hecho de ser judío fue reclutado en un campo de concentración nazi, donde, al poco tiempo se le encomendó la tarea de tatuar a los nuevos reclusos que fueran llegando al lugar; de esta forma conoce a Gita, de la que se acaba enamorando perdidamente con el paso de los días. Es una historia muy dura que os removerá por dentro. Ha habido momentos en los que se me han saltado las lágrimas y se me han puesto todos los pelos de punta porque no podía dar crédito a lo que leía, además, he experimentado numerosas emociones, como tristeza, rabia, impotencia, amor, etc. Por otro lado, me ha hecho aprender muchísimas cosas sobre el holocausto que desconocía al completo, así como reflexionar sobre cómo es posible que ocurrieran esas cosas tan crueles e inhumanas. A pesar de la dureza, es una lectura amena y fácil de llevar, ya que tanto los capítulos, como el libro en sí, son cortitos. Si no lo habéis leído, os animo a hacerlo, ya que estoy segura de que no os dejará indiferentes. · |
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