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Crítica de MonicaM


MonicaM
23 October 2018
Antes de comenzar, quiero darle las gracias a Babelio y Masa Crítica por el ejemplar en físico.

Como ya es tradición, procedo a explicar mi particular sinopsis.

Esta preciosa portada, esconde una de las peores historias de la humanidad. La Segunda Guerra Mundial. Está ambientada en Alemania, Polonia. Lale, un eslovaco, se presenta voluntario para ir al campo de concentración para proteger a su familia. Así, pone rumbo hacia el campo de concentración de Auschwitz y Birkenau. Ambos relativamente cerca. Este dato es importante, al menos, para mí.

Como decía, cuando Lale llega al campo de concentración donde va a ser su nuevo “hogar”, pronto Pepan, un oficial, le ofrece un puesto de trabajo: ser tatuador. Aquí comienza a desarrollarse la historia.

Lale, nada más comenzar con su trabajo tiene que tatuar a una chica, eslovaca. Este queda impactado con su belleza, a pesar de que el pelo de la chica está rapado.

Al poco, Lale descubre que la joven se llama Gita.
La historia se desarrolla de una manera lenta, pues Morris, logra abrirte las puertas del mayor horror de la humanidad. He de confesaros que la autora ha conseguido que viva en ese contexto.

Es lo que me ha gustado de este libro. La historia me ha llegado al alma y algo en mí ha cambiado tras leer este libro.
La portada, no puede reflejar mejor una historia tan impresionante que a día de hoy, sigue suscitando sentimientos y que, no sabemos valorar. La lucha y la valentía para conseguir un mundo mejor, ¿nadie se ha parado a pensar que el fin de la guerra supuso el comienzo de la democracia? No fue un proceso rápido precisamente, pero si fue el logro y la recompensa de esa lucha.

El libro, consta de un prólogo, 28 capítulos y un epílogo, redactado por el hijo de ambos, Gary Sokolov. Está redactado en tercera persona.

La pluma de la autora es elegante, sencilla, cargada de detalles precisos, lo que provoca que no sobre ni falten los detalles necesarios que el lector necesita.

Es una historia impresionante desde todos los puntos de vista. Me ha impresionado enormemente. Os confieso que esta reseña está redactada dos días después de acabar el libro. No he sido capaz de hacerla antes. Necesitaba asimilar la gran masacre contada y leída por mí.
Es un libro y una historia, que, desde mi perspectiva, pienso que todos debemos leer una vez en la vida.

Para que no vuelva a ocurrir estos hechos tan horribles. Para que seamos conscientes que todos y cada una de esas personas han sufrido, ha sobrevivido y lo más triste, han perdido la vida o han vivido y experimentado lo que es enterarse que tu familia ya no existe. Que lo han llevado a una cámara de gas y que en ese preciso instante está saliendo cenizas. HORRIBLE.

Nada más comenzar el libro, Lale viaja junto con un chico, Aron. Quería dedicarle este párrafo. Me impresionó muchísimo el final de este prisionero. Tanto el suyo como el resto de personas que no salieron vivas de allí.

El libro narra tanto comienzo de la Segunda Guerra Mundial como el final de esta. (1942-1945)
Al final del libro, aparece un mapa con los campos de concentración existentes en Alemania y alrededores.

La historia se centra especialmente en Auschwitz y Birkenau. Ya que el oficio de Lale le obligaba a ir de un campo a otro, para tatuar a los prisioneros y prisioneras que llegaran a dicho lugar.

Vemos como llegan en masa o como se reduce el número de personas. Vemos cómo era la vida de estas personas encerradas y si a eso le podemos llamar vida. Cuando comienza la historia, Gita sufre una enfermedad, tifus. Lo que le obliga a guardar reposo. Lale hace todo lo posible para conseguir penicilina. Ya sabréis como.

En estos 28 capítulos he sentido muchas cosas, miedo, pena, he conocido las palabras LUCHA, VALENTÍA, AMOR. Quizás eso era lo que animaba a Lale a luchar. Su amor por Gita.

Conocemos el personaje de Cilka. Cuando acaba la guerra es condenada a prisión por colaboradora de la SS. Una historia muy interesante que debéis de conocer. Sabemos, también, de la existencia de León, ayudante de Lale.

Vemos los crueles experimentos que hacía Josef Mengele, alias, Herr doctor. Impresionante el papel que juega este personaje. Es conocido por los peores experimentos realizados a personas inocentes. Su final, no fue ni la mitad de horrible de lo que se merecía.

Sabía a lo que me enfrentaba al pedir este libro, sabía lo que me encontraba y cómo lo pasaría al leerlo. Aún así, me desafíe y lo hice. Leí una de las historias más bonitas y crueles a la vez. En algunos capítulos me faltaba el aire, no podía respirar, el cuerpo y la cabeza me pedían parar.

Pensé en comenzar otra lectura y compaginarla con una historia más alegre. Pero enseguida deseché la idea. Seguí adelante con mi única lectura.

Me duró más bien poco, dos días tal vez y porque tenía cosas que hacer, sino en un día y medio puedes leerlo. Aunque sean 320 páginas los capítulos son cortos y la historia te absorbe de tal manera que pierdes la noción del tiempo. No he llorado pero en numerosas ocasiones se me saltaban las lagrimas y eso, es lo mejor que puede sucederle a un lector. Hacía tiempo que no lloraba con un libro. Este, es el segundo libro con el que lloro. Es una buena señal, quiere decir que tengo corazón y no soy tan fría como parezco.

No sé si los que leeréis esto sois de España. Para los que sois de España el 26 de este mes, dentro de tres días, 26 de octubre, se estrena El fotógrafo de Mauthausen, interpretada por Mario Casas entre otros. Y dos días después, sigo pensando que no estoy preparada para ver esa película, sé que va a reflejar lo que he leído y me va a impresionar verlo.

Sabía que iba a sufrir con esta historia, al igual que sufrí viendo El pianista. Una buena adaptación que cuenta sin pelos en la lengua lo que fue la Segunda Guerra Mundial en Alemania.

Tras el trato con los aliados, vemos como se va acercando al campo un avión estadounidense. ¿Será el comienzo del fin? Cabe destacar, lo rápido que se enteran los prisioneros del fin de la guerra.
Hasta que el día menos esperado llegó. Las prisioneras son liberadas del campo de concentración. ¿Conseguirá Lale y Gita reencontrarse? Esta historia parece inventada, es increíble lo que tuvieron que pasar personas inocentes por ser quienes son.

Jamás va a caber en mi mente una atrocidad semejante.
Dar las gracias a Babelio y Masa Crítica por el envío del ejemplar.

Para concluir, quiero dar las gracias a la autora, Heather Morris, por escribir y sobre todo por concienciar lo que pasaron nuestros antepasados. Lo que sufrieron y lucharon por conseguir una vida mejor. Una vida, que, de una manera u otra estamos destruyendo con violaciones, asesinatos, amenazas, haciendo sufrir a personas... Es lo que vemos todos los días en la tele.

Que lamentablemente, te acostumbras a oír que hoy, han matado a otra mujer a manos de su expareja o pareja. Por el simplemente hecho de ser mujer.

Si te paras a pensar, todo lo que han luchado nuestros antepasados para que ahora lo destruyamos. Un mundo con amor y respeto no vendría mal.

Muchas gracias de nuevo por hacerme llorar y por concienciarme un poco más que lo que vivimos hoy no es ni la mitad delo que vivieron las personas de otra religión, simplemente por nacer es un seno que no se elige. ¡Muchas gracias!

SOBRE EL LIBRO, MIS IMPRESIONES.
Con este apartado improvisado, quiero contaros lo que he sentido y experimentado con este libro.
He amado a Lale, a Gita, a sus amigas, a Cilka, Aron, Leon. Mi alma ha llorado y se ha roto en pedazos tras acabar una historia que me ha dado una vida entera. Una conciencia. Un daño irreparable hacia esas personas que encontraron el peor de los finales, la muerte. Torturados. Despreciados. Respirando un gas mortal. ¿Era necesario? Nadie se merecía esto. Y lo sabemos.
Algo en mi se fue con esa historia cuando la acabé. No he vuelto a ser la misma. Os juro que me ha llegado de una manera que jamás podría imaginar. Como os decía en párrafos anteriores, sabía a lo que me enfrentaba al leer este libro. Lo sabía. Y quise leerlo.

Gracias por darme la vida, gracias Lale, gracias Gita, por enseñarme que siempre hay que luchar por un mundo mejor. Debemos de acabar con los ideales machistas y racistas. Hay más. Pero quiero centrarme en estos dos.

Un millón de gracias Lale, Gita, Cilka, Aron, Leon. Personas que jamás conoceré, me habéis enseñado que gracias a vuestra lucha hoy, hay una democracia que nos permite vivir mejor. Fue una lucha lenta pero que pervivirá por siempre. Se acabaron esos ideales sin razón. ¡GRACIAS! ❤️ ❤️ ❤️
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