Se siente inmensamente sola, como si de pronto se encontrara en el desierto y a su alrededor no hubiera más que arena, o bien en alta mar, en medio de un fuerte oleaje, o quizás ahí donde de hecho se encuentra, entre cuatro paredes y al lado de un campo de vete a saber qué, sin ningún ser humano a la vista que le diga: "Hola, ¿Qué tal?".
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