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Una novela fantástica que nos lleva de viaje por el México de principios del siglo XX y por las tierras de los muertos, el Xibalbá. Dos viajes paralelos e igual de fascinantes, durante los cuales veremos a Casiopea absorber la vida y los conocimientos que hay más allá de los límites del hogar de su familia. Casiopea es una protagonista magnífica, que nos muestra el mundo a traves de unos ojos curiosos y valientes. Es entregada, y aprende con rapidez todo lo que necesita para sobrevivir al mundo que Hun-Kamé le presenta. Eso no le quita, sin embargo, esos puntos de inocencia, candidez e ilusión que le otorgan un toque especial y muestran tan bien la época en la que transcurre la historia. Hun-Kamé por su lado es quien sufre una evolución más pronunciada. No es que Casiopea no cambie, pues lo hace, pero en el caso de Hun-Kamé es mucho más visible. Pasa de ser un dios distante y frío a ser un hombre sensiblemente más cercano. Lo que no cambia es su esencia: Es una criatura elegante y educada, con una presencia fascinante. Lo más interesante es lo poco que recurre a la violencia a pesar del poder innegable que tiene, incluso con su divinidad incompleta. Por su parte los secundarios, los antagonistas y los enemigos también están muy bien escritos. Quiza hubiera sido interesante ver un poco mas de evolución en algunos de ellos, pero aún así dejan un sabor agradable en la boca. La trama es magnífica, y como menciono, nos conduce a varios lugares de México y Xibalbá. La historia tiene cierto aire a road-trip, mostrándonos el paisaje de México a traves de la ventanilla de carretas, trenes y coches antes de presentarnos varias ciudades y a los curiosos habitantes sobrenaturales que hay en ellas. Y aunque el objetivo final no supone mucho misterio el viaje en su tiene su propio interés. Sobre todo cuando la relación entre Casiopea y Hun-Kamé empieza a profundizarse un poco mas. La trama de amor, aunque la hay, es una a fuego lento y que deja un sabor agridulce. A tristeza, pero también a satisfacción. Y a una promesa implícita de alguna forma. El final es, en cierta forma, justo el que la historia se merece. Quiza no es del todo lo que había esperado, pero creo que eso lo hace un poco mas especial. Un final de aprendizaje y crecimiento, de dejar atras lo que una vez fuimos y los demonios que una vez nos persiguieron (a pesar de la ironía ;P). |
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