En este libro Eloy juega con los nombres de los protagonistas ya que que ambos se llaman Ale, lo que hace que dejes los perjuicios de género a un lado y puedas sentirte identificado con ambos lados. Nos relatuna relación se puede ir diluyendo la pasión inicial y acogiendo la monotonía. Un libro que te lleva a la reflexión en muchos aspectos de una relación para lo bueno y para lo malo. Y donde ves que hay cosas donde no hay culpables sino evolución hacia puntos distintos. Y una cosa que me ha encantado y con lo que me ha hecho sonreír es haber encontrado guiños a otros de sus libros en concreto a mi preferido (El regalo). |