Los niños perdidos

Hay tantas cosas que no sabemos... Creemos saberlas, pero nos equivocamos. Creemos recordar ciertas cosas, pero los recuerdos no son fiables.

Todos cometemos errores y quisiéramos volver atrás para deshacerlos. Merece la pena averiguar por qué ocurrieron, pero no podemos cambiar nada. Necesitamos superarlo y seguir adelante.

Creo que los niños deberían aprender cosas sobre la muerte y los funerales para que no se pasen una buena parte de sus vidas preguntándose por qué desaparece la gente.

Nos creemos mayores, pero sólo es una pretensión.

Si no sabes la verdad pero crees saberla, no pasa nada. Tu verdad también sirve.

Incluso si fuera ciega, me rodearía siempre de libros. Necesito ese olor.

- Cuando yo era pequeña, se consideraba que leer era una pérdida de tiempo. Mi madre, si me pillaba leyendo, decía: "Estás derrochando la vida".
- Suerte que hora somos un poco más sabios.

No sabía cómo explicarle que me gustaba la gente mayor. Me gustaban sus arrugas, las manos temblorosas, los recuerdos sueltos.