Me atrevería a decir que cualquier lector o lectora de Lectura fácil no sale indemne de sus páginas. Me parece algo imposible. Lectura fácil es mordaz, es ironía pura y dura, es una hostia de realidad (hablando pronto y claro) , es crítica, es incómoda y hace que te revuelvas un poco, en momentos es delirante y te hace reír muchísimo, es original... la narrativa y el discurso de Cristina Morales es brutal. Todo esto a través de Nati, Patri, Marga y Ángels, cuatro mujeres parientes entre ellas y cada una con un grado de discapacidad intelectual que viven en Barcelona. Cada una su historia pero siempre en común. Se habla de feminismo, de política, de sexo, de capacitismo, de capitalismo y hasta de Okupación. No dejan títere con cabeza. Que gustazo de lectura, en serio. Los capítulos donde Nati se dirige al lector o lectora me parecen una construcción de la realidad social hablándonos desde la radicalidad y la crítica. Ha sido un placer conocer a Cristina Morales como escritora en este librazo. En su contraportada pone que es una novela-grito y no podría estar más de acuerdo.
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