Valancy Stirling no ha recibido ni un solo piropo en sus 29 años y tiene una familia totalmente controladora que la considera un fracaso. Acostumbrada a obedecer, a no molestar y a mantenerse siempre en un segundo plano, Valancy es totalmente infeliz. Hasta que un día le llega una mala noticia y entonces se da cuenta de lo absurdo que es tener miedo de vivir, del qué dirán y comenzará un camino propio no sin antes dejar pasmados de asombro a sus familiares por sus repentinas decisiones. La novela es un recorrido precioso por el despertar a la vida de una mujer que no tiene nada y que buscará su lugar en el mundo, su "montoncito de polvo" y su Castillo Azul con el que siempre ha soñado. Es imposible no enamorarse de Valancy, de su recién descubierto genio y de su determinación. Con muchos guiños a 'Jane Eyre', ha sido una gozada encontrarme con esas referencias a la naturaleza y al paso del tiempo típicas de la autora mezcladas con reflexiones sobre la vida, los miedos y las decisiones que nos llevan a ser quienes somos, más allá del destino que parece venir definido por el linaje de cada uno. |