Sin billete de vuelta

Acuérdate de mí cuando pises algún charco, cuando escuches algún pájaro cantar
Acuérdate de mí cuando veas algún rayo agrietando todo el cielo como un cristal. No dejes de buscar, incluso en la hora más oscura puede aparece de pronto la electricidad.
Yo estaré por aquí escondido en algún recuerdo o en el lento movimiento de sentir.
Y cabe la posibilidad de que te vuelva a encontrar en algún incendio
Me acordaré de ti parado en algun semáforo o afinando justo antes de salir.
Tú estarás por aqui escondida en alguna frase o en el lento movimiento de vivir.
Y cabe la posibilidad de que te pueda olvidar en algún momento.

conviene frenar un poco y revisar el modelo de vida, tanto si es para cambiarlo cómo si es para tener la seguridad de que se quiere seguir con él.

... en qué momento de mi vida fui consciente de que el disfrute de las artes, en el término más amplio de su acepción y bajo todos sus formatos, se convirtió en un motor de vida, en una fuente de avance y conocimiento, en savia efervescente para alimentar las pasiones y el hedonismo desde yo que parece estar siempre en construcción.

... Me puse a recapitular un poco de mi nueva vida y me sentí culpable por no echar de menos nada: ni mi vida anterior ni mis gentes no mi país ni mi profesión ni mi sueldo ni mi casa no mi barco ni siquiera la gastronomía y los vinos. Había cambiado todo eso por mi tiempo y mi libertad, y no me pasaba factura.

Tu mochila y tu viaje valen tanto por lo que llevas como por aquello de lo que eres capaz de desprenderte.

Si vas enredando con el móvil pasas de largo sobre las cosas y ese mundo desconocido que el viaje te invita a conocer se te esfuma, lo pierdes por los laterales de tus propias orejeras, enganchado cómo vas a la pantalla de vidrio templado.

En el Amazonas se entra siendo uno y se sale siendo otro.

Viajar es movimiento, energía, avance, cambios de rumbo, subir y bajar, anclar y desanclar la mochila a tu espalda, andar kilómetros y kilómetros paseando o quemando etapas y caminos, a veces retroceder, sudar y pensar mucho y a todas horas, porque viajas solo, estás pendiente de todo a tu alrededor y todo lo decides y lo preguntas tú.

La llegada a un nuevo país siempre absorbe casi todas mis energías, despliego mis ansias por manejar las claves de su funcionamiento, las expresiones básicas del lenguaje para acercarme a sus gentes y los olores y sabores de su gastronomía.

La llegada a un nuevo país siempre absorbe caso todas mis energías, despliego mis ansias por manejar las claves de su funcionamiento, las expresiones básicas del lenguaje para acercarme a sus gentes y los olores y sabores de su gastronomía.