En breve cárcel

Una obra en la que atravesamos las palabras hacia un mundo absolutamente lírico y poético, en el que nos sumergimos ,entre el sueño y la realidad , en la pasión más desbordante.

Una novela que no pudo publicar en su país, en Argentina, debido a la dictadura del momento ya que podía considerarse subversivo y ninguna editorial lo quiso. Fue publicada en España, concretamente en Barcelona, en el año 1981.
Finalmente se publicó en su país en el año 1998. Y más tarde, en el año 2012, se publica en la colección dirigida por Ricardo Piglia para el Fondo de Cultura Económica.

Escritura y vida, subjetividad y experiencia, crítica y ficción se relacionan y vinculan con tal intensidad que nos sentimos interpelados, conmovidos e incluso desconcertados.

Desde las miradas que te expulsan de la normalidad, que te dicen sin titubear aquí no puedes estar, tú sobras, aunque no haya un destinatario definido.

Se escribe acerca del reconocimiento de un desencanto y una traición amorosa, también de otra segunda relación abandonada, que le provocará el insoportable tormento de saber la inconsistencia de la pasión.

Con todo ello y sus sueños de pesadilla, se va sumergiendo en la escritura de un libro, para terminar también hablando de su propia vida y de aquellos episodios traumáticos desde la infancia, que la convirtieron en lo que es hoy y en su imposibilidad para vivir y retener una pasión amorosa.
En definitiva será consciente de su incapacidad de amar.

Y hay tormento y crudeza en las pasiones y en lo que pretende revelar con su escritura, reviviendo sus traiciones, sus amores, sus desencuentros y abandonos, pero solo a través del recuerdo que siempre se altera, es confuso y también distorsionado por sus sueños, fantasías e imágenes que le muestran su propio deseo y el silencio.

Estructurado en tres partes que siempre las encontramos superpuestas y mezcladas, nos confía la historia de Vera , una amante con la que compartió el mismo espacio hace cinco años en la casa donde ahora se sienta a escribir.

La historia de Renata, la mujer a la que logró amar después de desprenderse de Vera, con la que, en el tiempo actual, ha quedado, no llega, pero volverá a verla, a reunirse, a amarla de nuevo y a separarse también.

Y, la historia familiar vinculada al padre, un padre con recuerdos contradictorios y distantes , a la madre, a la tía y a su hermana, en una infancia que evitaba pero de la que no se desprende fácilmente.

Un trayecto complejo , una experiencia basada en el recuerdo que siempre es solitario y confuso.

Desea acabar de escribir un libro en el que la subjetividad y el estado angustioso en el que escribe la ayudan, a pesar del dolor, a una especie de exorcismo en el que se mezcla lo real, lo simbólico y lo imaginario.
Y a partir de aquí, volver a afrontar el curso normal de su propia existencia.

Una escritura muy íntima que va cambiando de posición según avanza en la escritura.
Primero encontramos el desasosiego imperante, para llevarnos , transitando por los recovecos de sus recuerdos y sueños, también a través de los encuentros tanto con Vera como con Renata, que la ayudarán a llevarnos hasta un final más pausado, desprendiéndose de la fantasía y de la venganza así como del doble vínculo con Vera y con Renata, para despertar y abandonar el pasado, dejando atrás todo lo que supuso el exceso.

La escritura le sirve y tiene utilidad para abrir un camino analítico y psicológico, que le permite racionalizar, comprender e incluso, perdonar comportamientos y situaciones, que anteriormente, solo conseguían confundirla.

Así también, le permitirán hacer un camino hacia la claridad de la racionalización, que tanto nos invita a analizar, para poder profundizar y comprender. Haciendo posible que nos alejemos del árbitro riguroso e intransigente que se impone cuando todo es dolor, y solo dolor, ya que las heridas pueden permanecen abiertas constantemente.

El análisis será el hilo capaz de coser la herida, de evitar que esta siga sangrando y haciendo imposible el perdón.

Coser, cauterizar la herida, nos puede llevar con más facilidad, a ponernos en ese lugar en el que ha permanecido por tanto tiempo, el otro.

Y la escritura será el trayecto inevitable que deberá cubrir para que suceda lo que la llevará a desestimar su encierro y esperar el viaje a lo venidero. Y así, abrir las puertas de la cárcel.

Termina su análisis y vemos el cambio y la transformación del odio al amor.

¡Qué gran lectura! ¡Qué belleza de escritura!. Recomendable