La bestia

Dejando a un lado toda la polémica que suscitó en su día... La Bestia me ha parecido una novela que va de más a menos. Un libro de claros y oscuros, con aspectos muy buenos y otros que me han dejado un poco indiferente.


Empezando por lo positivo, quiero destacar la narrativa empleada, muy ligera y de fácil lectura, manteniendo el equilibrio perfecto entre acción y descripción, y con oraciones que, sin ser demasiado complejas, llegan a resultar hermosas. Todo ello decorado con el punto justo de crudeza para removerte por dentro, pero sin llegar a resultar desagradable. Un libro por el que resulta sencillo avanzar. 


En las primeras páginas, y hasta pasada la primera mitad del libro, la intriga es constante y te mantiene atrapado. Esa imperiosa necesidad del ser humano por saber, por investigar y por descubrir, sumado a la conexión con los personajes forjada a partir de la empatía por el desdichado, te insta a seguir leyendo. Un aura de misterio envuelve la ciudad de Madrid y traspasa los límites de las páginas hasta llegar al lector.


Sin embargo:

- Para mi gusto, la resolución acontece demasiado temprano, resolviéndose el conflicto principal tan pronto que deja el tercio final del libro sin apenas intriga, desinflándose sobremanera el interés del lector.


- El desenlace, teniendo en cuenta la tónica decadente, negativa y rebosante de muerte que sigue todo el libro, no ha acabado de ser lo que esperaba. Se me ha antojado excesivamente cinematográfico, pensado para contentar al lector pero con una puntillita final que lo agría.


- Los buenos son muy buenos, y los malos muy malos. Pero es que, además, los buenos en ocasiones se vuelven excesivamente malos, y los malos mutan en almas caritativas. Hubiera preferido más matices grises y una evolución más paulatina de los personajes.


- Si bien el personaje de Lucía me ha encantado en las páginas iniciales, por su fortaleza y la manera que tiene de sobreponerse a la adversidad, ha habido un punto en el que esa fortaleza que viene de su voluntad la ha convertido en un personaje intocable que todo lo puede.


No es, ni mucho menos, una mala novela. Pero tampoco me ha parecido una lectura memorable de esas que marcan en ti un antes y un después. Un thriller con una vertiente histórica no muy pronunciada, con una narrativa impoluta pero con un desenlace algo descafeinado.