Amor a las palabras, al lenguaje y a la comunicación. A través de una historia sencilla de vida cotidiana, acompañamos a un equipo de personas que se embarca, nunca mejor dicho, en la elaboración de un nuevo diccionario. Con el transcurso de los años sus vidas cambian y profundizan las relaciones entre ellos. Mi personaje favorito sin duda fue Nishioka, pues me pareció el más humano de todos, el que más dudas y defectos tenía (y también algunas virtudes que se desvelaron al cabo del tiempo). Me gusta el mensaje que transmite acerca de la lealtad, el esfuerzo y la perseverancia hacia las cosas que amamos, pero los romances me parecieron un tanto forzados, pues más que aportar a la trama o al desarrollo de personajes, me dio la sensación de que había que encajarlos porque "tocaba enamorarse". La historia se habría sostenido igualmente sin romance (o con algo más variado y no más de lo mismo), e incluso solo con amistades habría alcanzado otra dimensión. Aun así, el tema central es interesante y en cada capítulo se aprenden muchas cosas acerca de la industria editorial. Una lectura muy agradable. |