Lucía

Hace justo un año que leí a Bernard Minier por primera vez con “Hermanas”, quinta entrega de la serie del Comandante Martin Servaz, una historia turbia, compleja y con personajes muy bien desarrollados que me encantó. Por eso, en cuanto supe de la publicación de “Lucía” y vi que estaba ambientada en mi tierra, Salamanca, supe que iba a ser una lectura prioritaria tan pronto como saliese a la luz, y he de decir que no me ha defraudado en lo más mínimo.

En una colina a las afueras de Madrid aparece pegado a una cruz, simulando la crucifixión, el cadáver del compañero de la Teniente de la UCO Lucía Guerrero. Aunque un sospechoso es detenido inmediatamente, su relato indica que detrás de esa muerte se esconde alguien más. En Salamanca, el profesor Salomon Borges, catedrático de criminología, ha desarrollado junto a un grupo de estudiantes un programa informático, DIMAS, que permite cruzar datos de distintos cuerpos policiales, encontrando patrones comunes que permitan relacionar casos en apariencia inconexos. Cuando DIMAS conecte tres crímenes antiguos con la muerte del guardia civil, los caminos de Lucía y Salomon se cruzarán en su búsqueda del culpable.

El comienzo es de lo más impactante y, a partir de ahí, ya resulta complicado abandonar la lectura. El autor sabe cómo crear escenas llamativas a la vez que espeluznantes, con crímenes originales que impactan lector por la imaginería que crea a su alrededor.

En una historia desarrollada a caballo entre Madrid, Salamanca, el Alto Aragón y Segovia, la ambientación es uno de los puntos fuertes de la novela, ya que el autor no solo te lleva por sus calles, si no por su historia e incluso por su gastronomía. Se nota que el autor conoce de sobra Salamanca y su ambiente universitario, transportándote a sus calles de piedra dorada, pero dotándolas de una atmósfera inquietante que, de no conocer la ciudad, te llevarían a pensártelo dos veces antes de adentrarte en ellas de noche.

Los personajes están muy bien caracterizados e incluso lo secundarios resultan interesantes. Todos tienen una historia detrás que hace que resulten atrayentes para el lector por pequeño que sea su papel en la trama. Una de las cosas que más me ha gustado es que, a pesar de ser una historia ambientada en nuestro país escrita por un autor francés, las voces de los personajes se sentían plenamente españolas, tanto en la manera de actuar como en la forma de expresarse, algo que no siempre pasa cuando un autor ambienta su historia en otro país que no es el suyo.

Lucía es una mujer fuerte, cabezota y resolutiva en su trabajo, pero toda esa seguridad de la que hace gala en el ámbito laboral, se viene abajo cuando se trata de lidiar con su vida personal. El contraste entre ambas facetas me ha resultado muy interesante, pareciendo que el hecho de ser buena en su trabajo ha servido para castigarla a nivel personal, mostrando las dificultades para conciliar ambas esferas. Son sus defectos, y esa incapacidad para gestionar su vida familiar, los que consiguen que el lector siente empatía por ella.

“Lucía” es un thriller policíaco de esos que cuesta soltar. Una prosa que engancha unida a una trama que dosifica y genera tensión de manera sobresaliente, hacen que la lectura resulte adictiva. La Teniente Lucía Guerrero volverá y, por mi parte, estoy deseando que eso ocurra.