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Hoy quiero hablaros de esta novela que yo, particularmente no catalogaria como romántica, o al menos no como la "tipica romántica" porque a pesar de que si nos encontramos con una historia de amor, en la novela hay más leña que la que arde entre sus protagonistas. A través de las vivencias de protagonistas y secundarios reflexiona sobre temas como la violencia sexual, el machismo la gestación subrogada o lo socialmente aceptado, de la misma manera que podriamos hacerlo cualquiera de nosotros. Cristina está a punto de cumplir los 40 que, a base de desengaños no espera nada de los hombres. Tampoco es que le preocupe, en sus planes no está casarse, tener hijos ni compartir con un hombre todas las tardes de domingo del resto de su vida. Y es este estilo de vida independiente lo que la ha llevado a ser la oveja negra de una familia tradicional, de las de rancio abolengo y apellido compuesto, que siempre ha esperado más de ella. Pero Cristina es auténtica y sobre todo feliz con la vida que ELLA ha elegido. Y un buen día conoce a Juan, y se plantea que quizá, está vez si podría funcionar. Juan ha sido el personaje que más ternura me ha producido. El que no ha tenido una vida fácil y el que (como la inmensa mayoría de los mortales) no se espera el siguiente golpe, pero luchará por volver a resurgir de sus cenizas. Me ha gustado muchísimo porque no solo es una historia cargada de realidad sino porque además no se parece a nada que haya leído hasta ahora. Totalmente recomendable. |
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