Bajo la forma de una saga familiar – algo más de cinco décadas y cuatro generaciones Min Jin Lee construye una historia - ambientada su primera parte en Corea y el grueso en Japón- sobre el sufrimiento de los coreanos que, en los primeros años del siglo XX, se vieron obligados a emigrar a Japón: sus vidas misérrimas, su dolor por el trato degradante al fueron sometidos, el persistente estigma que les persigue por ser coreanos y les impide elegir la vida que les gustaría vivir, la falta de oportunidades; se trata también de un relato sobre el coraje femenino, su capacidad de darlo todo por sus familias. Más allá de eso es una historia sobre la perseverancia, el amor y el sacrificio. Ágil, descriptiva, cautivadora, conmovedora, épica, impresionante…
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