Pachinko

Es la historia de una familia que sobrevive como puede en tiempos turbulentos, en un lugar hostil y con todo en su contra.
Todo empieza con Sunja en una pequeña isla cerca de Busan en la época colonial japonesa. Una de sus tareas para ayudar a su madre con la casa de huéspedes que regentan es ir al mercado. Ahí es en donde conoce a Hansu, a quien ya conoce de oídas, que es un comprador de pescado para los altos mandos japoneses.
Hansu y Sunja tienen un escarceo y ella se queda embarazada, pero Hansu no se puede casar con ella porque ya está casado en Japón con la hija de su jefe. Enfadada Sunja no quiere saber nada más de él, poco después aparece en la casa Baek Isak, clérigo cristiano que se va a Osaka a casa de su hermano pero se pone enfermo y Sunja y su madre cuidan de él. Isak descubre el secreto de Sunja y decide pedirle matrimonio y que ambos se vayan a Japón.
Ahí empieza la odisea de este matrimonio y su familia para sobrevivir en Japón, siendo considerados peor que los animales, a la guerra, a la postguerra e incluso en los últimos años. Todas las injusticias que han sufrido las familias coreanas nacidas en Japón que son considerados extranjeros en el país que los vio nacer.
Al mismo tiempo podemos ver como se entrelazan las vidas de la familia Baek con un Hansu que no puede abandonar a Sunja y a su hijo. Las amistades, los pensamientos y actos que hay en contra de los coreanos, como se enfrenta cada personaje a la vida que le ha tocado vivir. El sentimiento constante de no tener patria, de no ser lo suficientemente bueno para que te tengan en cuenta por no ser japonés. Los pensamientos reiterados en las decisiones del pasado que tienen sus consecuencias en el presente. Y muchas cosas más podemos ver entre estas páginas que nos muestran a unos personajes muy complejos, con muchos matices pero que lo único que quieren es que los dejen ser personas.

Es un libro que se lee muy bien y fácil. al principio cuesta un poco porque el ritmo es lento, lento como la vida que se vivía en aquellos momentos. Pero una vez que Sunja deja Corea, o incluso un poco antes, la novela toma velocidad y es muy difícil dejar de leer una vez que estás dentro.
La historia evoluciona al mismo tiempo que va moviéndose el tiempo, así como al principio conocemos la vida de Hoonie, el padre de Sunja, luego la historia se centra en Sunja; después de los años más críticos la historia pasa a centrarse en los hijos de Sunja y por ultimo sus nietos. Todos continúan saliendo, pero la historia se centra más en esos personajes.
Es una historia increíble, muy compleja, con muchas injusticias y es una situación muy normalizada en Japón de la que no se conoce demasiado.

Animo a todo el mundo a leerlo!