Desde la sombra

Va a ir la cosa de lobos las próximas reseñas. Que le vamos a hacer. Dios los cría y ellos se dispersan.
El primero se llama Damián y estar como una cabra, es poco.

Ha sido despedido injustamente del trabajo de toda su vida, aunque esto puede que sea muy cuestinable.

Nuestro desempleado es un tanto peculiar. Se disocia de la realidad hablando consigo mismo.
Para ello, crea personajes en su cabeza donde Sergio O'kane es un showman de gran audiencia de un programa de telebasura donde sacan las vergüenzas de nuestro inestable protagonista.

El contrapunto lo pondrá Iñaki Gabilondo, que es la parte sería, rigurosa y de mayor calidad del estropeado cerebro de Damián.

Juan José Millás crea un relato surrealista sobre la huida de la realidad acuciante para convertirse en la sombra perfecta.

Pero no se queda ahí, pues su Lobo buscará la excelencia y redención en todo aquello que acomete, sea esto más o menos ético, desde una soledad compartida y fantasmagórica.

De prosa sencilla, pero inteligente a raudales, el valenciano se apoya en lo absurdo para reflejar los tormentos y luchas interiores que anidan y batallan en el ser humano.

La obra está plagada de diálogos interiores con los espejos de su conciencia y, el autor posee la gran habilidad de hacer que el lector viva la historia como una realidad.

Enrevesada y desquiciante, la novela te envuelve en su disparate aunque, ¡ojo! es posible que ante la pregunta de por qué demonios escribió esto el autor, puede que encontremos un texto más kafkiano de lo que parece.

Lo que sí me preocupa más es si la impagable imaginación de Juan José Millás es realmente saludable.
¿Estaría escuchando a Rafaela Carrá en bucle durante el proceso de lectura?
Apuesto por el sí

En todo caso, y aun no siendo muy amigo de este tipo de literatura, el humor que se gasta mi paisano es nivel dios.