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A veces tenemos verdaderos tesoros escondidos en nuestras estanterías y no lo sabemos. En mi caso, este libro ha sido un gran descubrimiento y una lectura intrépida y enganchada desde el inicio. Alicia Berenson es una pintora conocida que ha asesinado a su marido. Desde el psiquiátrico donde está internada no han conseguido obtener ninguna información. Alicia permanece callada desde el día del crimen. Theo Faber es un ambicioso psicoterapeuta que está dispuesto a romper el silencio de Alicia y, para ello, pide llevar su caso. ¿Conseguirá que Alicia confiese el crimen? ¿Qué puede ocurrir en la mente de una persona para que mate a la que más ama? Más allá de los interrogantes que plantea este thriller psicológico, me ha gustado mucho la forma de escribir de Alex Michaelides. Cómo enlaza los personajes; pero, sobre todo, cómo trata la psicoterapia desde distintos puntos de vista. Este es un libro con muchas reflexiones y frases subrayadas (algo que no es muy común en el género). de ritmo ágil y capítulos breves que facilitan el desarrollo de la historia, es un libro que te mantiene en vilo desde el inicio. Con pasajes extraordinarios y otros, en los que te sentirás realmente atrapado, angustiado, como sus protagonistas. El giro final me parece magistral, como un castillo de naipes que cae ante la evidencia de las pruebas; o como esa pieza del puzzle que encaja a la perfección. Un libro que no te dejará indiferente y que regala al lector un retrogusto de autoindagación y reflexión. Porque todos tenemos heridas de infancia que afloran en el momento menos esperado y que conforman la persona que somos en el presente. Una historia que no dejaré de recomendar. |