Retorno a la Prehistoria

Retorno a la prehistoria
Esta novela escrita por José María Domínguez Martínez, bajo el seudónimo Lynn Merchang, y publicada en la efímera colección Galaxia 2000, nos muestra un mundo postapocalíptico sumergido en la barbarie. No nos adelantemos, mejor contemos desde el principio:
Larry es un joven de veintiún años que vive en un refugio nuclear, el cual, inicialmente, lo habita junto a otras personas. Este refugio es todo su mundo pues nunca ha visto el exterior. Desde el comienzo se nos indica que Larry es el más joven de los habitantes del complejo subterráneo, por ende, uno puede deducir que en realidad Larry nació en el exterior y fue llevado allí para protegerlo de algún cataclismo. Dentro de lo poco que se cuenta de la dinámica del refugio en ningún momento se mencionan, que hayan existidos niños o jóvenes fuera de la persona de Larry, es aquí que vemos el primer guiño de un pensamiento político claro. Aclaremos en primera para construir este refugio es necesario una suma de dinero importante, por consiguiente, los que en él habitan, al menos antes del cataclismo, pertenecían a una clase acomodada ya sea de manera política o económica. Después vemos que no existen ningún intento de recuperar su vida pasada o por lo menos volver a la superficie, es decir que, para ellos todas las comodidades y lujos que allí poseen son más que suficientes, y el mundo que hay del otro lado del enorme bloque de hormigón, que funciona como puerta, por muy grande que sea es descartable. El retornar a la superficie para ellos implica el pelear por una posición dentro de un ambiente, que por el solo hecho de exigirles un esfuerzo, no vale la pena. Otro concepto que permite identificar la posición social de estos individuos es el hecho de que una vez protegidos, no sienten la necesidad de perdurar la especie, recordemos en esta sociedad subterránea fuera de Larry, quien termina por crecer y madurar, no hay niños. El hecho de que no haya niños implica un gesto necesariamente egoísta, ellos son el mundo, y aquí surge la idea de inmortalidad de las clases altas, pues dentro de esta sociedad subterránea jamás se menciona la muerte, cuando algún miembro muere se dicen que va ha dormir. Otra idea que nos muestra, que en otro tiempo pertenecían a una clase dominante, es la presencia de Larry dentro del complejo quien es criado y educado en una ignorancia selectiva. Larry quien aparentemente no tiene padres, nunca termina de pertenecer a esta sociedad de elite, pero si es entrenado y educado para mantener en funcionamiento el complejo, dejando en claro que con el tiempo necesitarán un apoyo vital que ellos ya no podrán operar. La educación de Larry es tremendamente selectiva, pues si bien conoce el funcionamiento de las maquinarias, la elite, procura evitar el enseñarle a leer o escribir, por otro lado, alientan el miedo al exterior.
Lo cierto es que de la noche a la mañana Larry descubre, que su última compañera, una mujer anciana, se ha ido a “Dormir”, dejándolo solo dentro del complejo. Larry con ansias propias de la juventud y sin quien lo detenga decide salir a explorar el exterior.
El mundo descubierto por Larry es salvaje donde la naturaleza ya ha reclamado gran parte de los restos de la civilización. Su primer encuentro con los humanos de la superficie no es nada bueno, pues es atacado por un grupo de motociclistas armados y peludos que parecen hablar un extraño idioma. Estos violentos individuos están dirigidos por un individuo llamado “Papa” Jones, quién al conocer a Larry, no duda en apodarlo como el “topo”. de la mano del escritor descubrimos que la existencia de seres humanos, no significa necesariamente, civilización. En esta etapa de la novela a lo que se enfrenta Larry es al fervor y fanatismo religioso. “Papa” Jones es lo que perdura de la antigua civilización todo lo detestable y violento que había en ella, para Larry la actitud de “Papa” Jones y sus secuaces es nueva, aun así, nota que está mal, que no es lo correcto. Por esta razón y porque la violencia no se encuentra dentro del carácter de Larry éste, inicialmente, opta por mantener distancia del violento grupo.
Larry continua con su exploración del mundo exterior, hasta llegar a un río, donde es sorprendido por una pequeña niña. Esta pequeña es toda una revelación para Larry pues, jamás había conocido un ser humano más joven que él. El joven explorador entabla una cordial relación con la niña hasta que aparece la madre de ésta, quien lo confunde con uno de los secuaces de “Papa” Jones. A pesar del recelo de la mujer de nombre Kate, Larry, logra convencerla que no pertenece al nefasto grupo. Inicialmente Kate mantiene distancia, pues a vivido en el mundo exterior desde siempre y ha aprendido a desconfiar de todas las personas. Larry intenta convencer al dúo que lo acompañen al refugio, pero Kate se niega y el joven entusiasta explorar se marcha prometiendo volver con provisiones.
La siguiente ves que Larry se encuentra con Kate la descubre destrozada, pues su hija fue asesinada por los motociclistas de “Papa” Jones. Bueno aquí la simbología se deja de sutilezas, pues Larry y Kate toman el papel de Adán y Eva, la muerte de la niña es la representación de cabal de la perdida de la inocencia, “Papa” Jones es un dios violento y egoísta. En este caso la manzana es el conocimiento quien Kate, a pesar de ser un poco más joven que Larry, posee y se la ofrece a este último. El conocimiento que obtiene Larry a través de Kate es tan violento como esclarecedor, pues por primera vez aprende sobre la muerte sin eufemismos, y el dolor que con ella viene. Por otro lado, descubre que el extraño idioma que hablan los motociclistas no es tal, si no que se debe a la automutilación de sus lenguas exigida por su horrible jefe para pertenecer al grupo. Referencia hacia la ignorancia, la falta de comunicación con el exterior e incluso entre pares, que apelan en algún momento muchas religiones y sectas; asegurándose con esto la completa obediencia de sus adeptos. Es aquí donde se deja de lado cualquier sutileza, pues Kate y Larry, para liberarse de las antiguas ataduras eliminan a “Papa” Jones y su banda, literalmente de un bombazo.
Es en la eliminación de “Papa” Jones, donde se marca el ecuador de la novela, pues a partir de este punto es otra la historia que se cuenta. Nuestros postapocalípticos Adán y Eva, abandonan el rancio Edén de la ignorancia y comienzan a transitar la historia. El tono de la novela en este punto es más pausado y contemplativo, Kate no abandona en ningún momento su papel de sacerdotisa portadora del conocimiento y Larry sus constantes ansias de exploración, pero esta vez no hay ningún villano que los obligue a defender sus vidas.
Kate en un momento del viaje es secuestrada por un grupo neandertales, los cuales persiguen como único fin el perpetuar su tribu. En este caso no se opta por la solución definitiva como se había hecho con “Papa” Jones, sino que una vez rescatad la mujer, se deja a la prehistórica tribu sola, con la conciencia que el aferrarse a viejas costumbre pocos civilizadas, tarde o temprano, significaran su extinción.
Si bien en la segunda mitad de la novela la acción es más bien escasa, optando por un ejercicio contemplativo por parte de los personajes y el autor, lo cierto es que no se pierde el interés en la misma. Si como punto flaco la insistencia, seguramente para demostrar que los protagonistas son jóvenes rebosantes de vida, de parar la historia para contarnos cada vez que tienen sexo, lo cual en un principio es necesario, pues recordemos que Larry es un completo neófito en el mundo, pero que con la sola insistencia de repetir la escena una y otra vez evita que se resuelvan los conflictos.
Hacia el desenlace final de la obra vemos como nuestros apocalípticos protagonistas, descubren a dos tribus en disputa, las cuales luchan entre sí por mantener una de las costumbres más arraigadas en la anterior civilización, la discriminación. Larry haciendo uso de la diplomacia y no de la fuerza, consigue que ambas tribus blancos y negros, colaboren. En esta última parte la metáfora es sutil, ya que cuando Larry decide ir en un viaje devuelta al refugio nuclear por herramientas y provisiones, al volver descubre que las tribus que antes colaboraban de manera reacia, ahora han formado un único pueblo y conviven en armonía. En definitiva, para el autor, tan solo hace falta conocer a tu vecino para descubrir que no es distinto a ti y que puedes compartir el mundo con él.
El final de la novela no es espectacular o revelador simplemente es oportuno pues termina con el nacimiento de la hija de Kate y Larry, la cual se llama Hope (Esperanza).
La elección de los nombres en ingles es más bien un requerimiento del mercado de la época donde las novelas de ciencia ficción debían sonar como si estuvieran producidas por autores de países angloparlantes; al igual como sucede con el seudónimo del autor. En definitiva, es una obra con un claro sentido comercial, pero gracias al profundo oficio de Lynn Merchang, se puede disfrutar y hacernos pasar un buen rato que no es poco.