 |
Lena lleva desde niña encaprichada con el actual duque de Rothgar, un libertino recalcitrante, y traza un plan para cazarlo. Pero Lord Rosings, a quien ella ve casi como un hermano, se cruza en su camino. La autora nos ofrece varias novelas autoconclusivas pero relacionadas entre sí por sus personajes. Casi todos tienen, o van a tener, libro propio y están conectados por amistad, parentesco o por ser simples conocidos. Lo bueno es que las historias son simultáneas y no se pisan unas a otras, lo que permite leerlas sin seguir ningún orden en especial. Lo malo es que conoces a secundarios geniales, y antes de terminar ya estás deseando ponerte con el siguiente. Lady Lena es una joven casadera de casi dieciocho años. Vive con los Manchester desde los quince, y es tratada por ellos como un miembro más de la familia. Elvina ha educado a su hija de acuerdo con las enseñanzas de las Crusoe por lo que tiene unas ideas algo avanzadas para la época, lo que también influye en las otras chicas. Me encanta esa familia. La duquesa viuda ha tomado bajo su ala a su hija Valerie, a la propia Lena, a Emma y a Gertrude. Las cuatro jóvenes son un auténtico quebradero de cabeza para Patrick, actual marqués de Ailsa y unos diez años mayor que las chicas. Me he divertido muchísimo con el libro. Tenemos un gran número de personajes y la mayoría aportan su granito de arena para formar un caos. La novela está llena de malentendidos que forman unos líos tremendos. Los dos protagonistas creen saber lo que piensa el otro y no pueden estar más equivocados. Eso hace que sufran y hagan, a su vez, sufrir al otro. Me han gustado muchos los protagonistas. Lena es decidida y lucha por lo que quiere, aunque a veces necesite algo de ayuda. Paul está enamorado y se hace un lío consigo mismo. Duda entre lo que quiere y lo que cree que debe de hacer. Los piques con Rothgar son muy divertidos, parecen dos críos a veces. La trama principal es el complicado romance entre Lena y Paul, ellos son los protagonistas y la autora nos da datos suficientes para conocerlos a ellos y a sus historias. Pero el libro no sería el mismo sin la excelente labor de los secundarios. Si nos reímos y lloramos con los protagonistas, el resto de personajes permiten que lo pasemos en grande aportando un buen número de situaciones divertidas. No os voy a hablar de los secundarios uno a uno porque no acabaría nunca, pero geniales todos ellos. Entre un lío y otro se dejan, entrever pequeñas pinceladas de otros romances y aventuras, lo que hace que te enamores del resto de personajes y estés deseando saber qué va a ocurrir con ellos. La novela es adictiva y fácil de leer pese al gran número de personajes. La trama se sostiene y resulta creíble dentro de lo que es una novela de enredos. Y según vas leyendo títulos te das cuenta de que está todo muy bien cohesionado. Para mí la clave de esta novela es una buena pareja protagonista, un estupendo grupo de secundarios y una buena colección de malentendidos. Como os dije antes, las historias quedan bien cerradas y se nos deja vislumbrar el futuro de la pareja principal. Se pueden leer en cualquier orden, yo misma las estoy leyendo un poco a salto de mata, pero podéis seguir el orden de publicación o preguntarle a la autora. Según terminé con la historia de amor de Paul y Lena me apetecía un montón descubrir las aventuras del resto, y ya tengo preparado el libro del duque de Asthon, al que conocí en El acierto de la duquesa. Os animo a darle una oportunidad a cualquiera de los libros de Verónica Mengual. Si os gusta el romance histórico con protagonistas femeninas que saben lo que quieren, os lo paséis genial con estos libros. |
>
