La verdad que cuando llegó este libro a mis manos y leí la sinopsis no sabía muy bien qué esperarme. Es un libro corto, no llega a las cien páginas y es pequeñito, por lo que no sabía qué tipo de desarrollo tendría la historia. Y la verdad es que me ha sorprendido para bien. No hay una trama como tal, es, más bien, la historia de Rouse, contada por ella misma y centrándose en una parte importante de su vida que hizo que cambiara por completo. No hay apenas diálogos, es más una narración de los pensamientos de la protagonista con respecto su vida actual. Aunque pueda parecer algo aburrido, todo lo contrario. Se me ha hecho ameno y me he reído con algunas partes. Es cierto que hay ideas que se repiten varias veces, pero no es algo que impida su lectura. Lo más llamativo de la historia y lo que ha hecho que me enganche es conocer a Rouse y su vida; cómo ha ido superando todo lo que le ha ocurrido desde pequeña y lo ha ido afrontando, más o menos. Es una historia dura y trágica, pero con un regusto agradable que permite ver la luz al final del camino. Habla de cualquiera de nosotras porque su historia puede ser la de cualquiera. Además, su lenguaje es directo y claro, sin florituras ni adornos de ningún tipo. Es una mujer que ha vivido mucho y que ha empezado a encontrar la salida. Es una historia de superación, de segundas oportunidades, pero, sobre todo, de quererse a una misma y encontrar la manera de hacerlo. Rouse cuenta su vida tal y cómo es y cómo ha ido encontrando el camino poco a poco cuando creía que no lo haría nunca. Es un libro con mucho mensaje que se lee en un rato y que puede aportar mucho a quienes lo leáis. Es de esas historias que merecen la pena leer por todas las enseñanzas que dejan tras ellas. Una lectura sorprendente y grata que a más de una seguro le termina gustando también. + Leer más |