Nos encontramos ante una novela apasionante que nos adentra en un mundo de fantasía épica de sorprendente calidad. Jay-Troi es un chico audaz, valiente y un auténtico aventurero. Un hombre que persigue su destino desde la más tierna infancia. De joven lo expulsan de su hogar y pronto se ve envuelto en peleas porque es un sagra, un pueblo cazador despreciado por los ilios, pero logrará hacerse temer y convertirse en héroe. Es un personaje que irradia drama y seriedad, y para hacer de contrapunto tenemos a su amigo Marpei, un guerrero borracho, mentiroso y gordo que supo sacarme más de una sonrisa. El lector se sumerge en una narración bien elaborada, detallada y de calidad, con un lenguaje bien trabajado y buenas descripciones que nos llevarán por viajes y peligros, aventuras y conflictos. Prácticamente desde el inicio nos preguntamos si Jay-Troi es realmente inmortal, pues siempre sale sano y salvo de todas sus escaramuzas. El autor juega con este misterio. También ha sabido añadir las dosis justas de acción y tranquilidad, después de lo mucho que sufre Jay-Troi, tenía ganas de que tuviera una vida sosegada junto a Aglaya. Lo único que no me ha gustado ha sido que no se centre en las batallas, a mí me gusta ver sangre y no describía con detalle los enfrentamientos. El ritmo es ameno con los continuos viajes del protagonista que mantienen interesado al lector, así como las batallas, retos, aparición de otros personajes o los giros argumentales. Además, que los capítulos sean cortitos animan a seguir pasando páginas y la lectura no se hace larga ni pesada. Para mí gusto, el final es bastante seco y da la sensación de que le faltan unas pocas páginas más... La portada no es llamativa y cuenta con varios errores garrafales, pues Jay-Troi es rubio y sólo empuña una espada. En resumen, el libro cumple con nuestras expectativas, incluso nos deja con ganas de más. Saludos ;) + Leer más |