4 relatos, 4 historias, 4 derrotas. Cómo novelar el dolor, la humillación y la muerte con tanta sensibilidad, casi contado en susurros, pero sin caer en eufemismos, desnudando la verdad. Alberto Méndez consigue eso y más en esta obra que me ha parecido impresionante, literatura de la buena. Una pincelada de la posguerra española, acercándose a personas que podrían ser cualquiera, de una forma muy intimista y reflexiva, que nos enseña la desesperación y miseria de un país derrotado, porque no hay ningún vencedor. Me ha encantado cada relato, todos diferentes e independientes pero entrelazados entre sí, por la idea central de cada historia, por el desarrollo y por el poso que dejan al terminar. Este libro es una joya, hay que leerlo, pensarlo y volverlo a leer. Es desgarrador. |