InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
>

Crítica de Yani


Yani
21 April 2018
Empiezo admitiendo una cosa: leí este libro para “probar” a Melville antes de sumergirme en cuanto pueda en el brillante (eso dicen) y extenso (eso está a la vista) Moby Dick. A pesar de que esta novela corta sea posterior, no me arrepiento de haber tomado un rumbo distinto al cronológico. Bartleby, el escribiente me gustó mucho tanto por su extraña historia como por su escritura.

El narrador es el jefe sin nombre de un grupo de copistas judiciales, cuya oficina está ubicada en Wall Street (el subtítulo es, de hecho, “A Story of Wall Street”). Tiene a cargo tres empleados que describe con mucha gracia y exactitud, pero en un momento tendrá demasiado trabajo y necesitará otro más. Por supuesto, quien acude al llamado es Bartleby, un joven muy peculiar en su forma de actuar y, más que nada, en su forma de hablar… porque casi no habla y su frase de cabecera oscila entre la duda y la pereza.

No sabía absolutamente casi nada acerca del argumento y eso ayudó mucho a que la historia surtiera efecto. Me atengo a decir que, a pesar de que al principio parece que tiene una línea de trama muy pobre (en mi defensa: el narrador ocupa unas cuantas páginas en delinear los hábitos de los empleados y tarda en salir de allí), todo llega a buen puerto y termina apuntando al corazón lector. El narrador es un poco parco por momentos y genera desconfianza, porque Bartleby es una persona muy delicada y exasperante. Lo bueno es que mi sensación se derrumbó en cuanto el jefe se sacó de quicio ante X situación que, por supuesto, no comentaré.

Sobre el estilo y la escritura de Melville sólo se me ocurren elogios y la palabra “pulcro”. Es estructurado, serio y limpio, muy acorde al personaje que narra. No hay disrupciones, así que se puede decir que es una novela bien de mitad de siglo XIX. El recorrido es tan tranquilo, que me pareció apropiado para leer en momentos de bloqueo o abundancia de lecturas extensas (el último es mi caso). Hacia el final las cosas se ven un tanto precipitadas, como si sucediera demasiado en poco tiempo y espacio, pero se supera.

La edición que tengo viene con otro cuento de Melville que se llama “El vendedor de pararrayos”, así que le dedicaré un breve comentario. Este cuento, más breve que Bartleby, el escribiente, también está narrado en primera persona. En medio de una tormenta, el narrador recibe la visita de dicho vendedor (muy oportuno) y se establece entre ellos un diálogo sobre la actividad eléctrica y la utilidad del aparato que el hombre ofrece. Tiene cierta gracia, sobre todo porque el narrador es bastante reacio a creer en lo que el otro dice, y termina con una solemnidad asombrosa. El carácter casi anecdótico del cuento lo hizo disfrutable, pero no memorable.

Haciendo un balance, la novela corta me encantó y el cuento no tuvo la misma suerte. De todas maneras, mi primera lectura de Melville fue todo lo buena que esperaba, así que ahora estoy ansiosa por leer Moby Dick.
Comentar  Me gusta         50



Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro
Apreciaron esta crítica ()(3)ver más