La noche, mundana, sencilla, al alcance de cualquiera, cautiva en su espejismo, y como para muchos el vino, el oro o la mujer, llega a ser un último refugio.
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La noche, mundana, sencilla, al alcance de cualquiera, cautiva en su espejismo, y como para muchos el vino, el oro o la mujer, llega a ser un último refugio.
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Martes, 10 de octubre, 1572 Ha sido aterrador, totalmente inexplicable. Ojalá pudiera decir que fue un simple sueño. |
El invierno en...