Rojo, blanco y sangre azul

Una historia de amor entre dos hombres que resultan ser el Príncipe de Inglaterra y el Primer Hijo de los Estados Unidos. ¡Oh yeah!

Alex Claremont-Diaz, hijo de la presidenta estadounidense, sabe una cosa con certeza: odia a Henry, el príncipe británico con el que siempre se le compara. Él vive para sus combates verbales, pero cuando una de sus peleas va demasiado lejos, terminan cayendo en un pastel de bodas y en los titulares de los tabloides. Un escándalo internacional podría arruinar las posibilidades de reelección de la madre de Alex, por lo que es hora de controlar los daños. ¿El plan? Alex y Henry deben pretender ser los mejores amigos, dando a los tabloides imágenes de su bromance... Y ya tenemos todo lo necesario para que ese bromance pierda letras hasta ser solo un romance. Pero ¿cómo pueden estar juntas la realeza política estadounidense y la realeza británica real? ¿Cómo pueden ser abiertos sobre sus sexualidades en sus roles muy públicos y muy escudriñados? Alex y Henry deben decidir si arriesgarán su futuro, sus familias y sus carreras para arriesgarse a ser felices.

Aunque la idea de la historia puede ser una fantasía, tiene lugar en un mundo donde una demócrata tejana y madre divorciada ganó las elecciones, todas las emociones son reales. La historia de amor entre Alex y Henry es intensa y romántica, más aún por todos esos poéticos correos electrónicos que son tan divertidos como candentes.

La fuerza de este libro está en el diálogo; sus personajes hablan en ráfagas hilarantes y rápidas, creativa y muchas referencias a la cultura pop, que suenan como versiones inteligentes y divertidas de personas reales. Aunque la relación de Alex y Henry es el corazón de la historia, sus amigos y familiares son todos personajes ricos y bien descritos, y sus mundos personales parecen realistas y más grandes que la vida misma.